Los graves eventos de la semana pasada en la Alcaldía de Iribarren, derivados en destrozos y violencia extrema en el propio despacho del alcalde, desnudan una realidad muy preocupante en relación a la conducta institucional de algunos concejales del partido oficialista, quienes entienden la política como una guerra en la cual se debe destruir al adversario y a la ciudad, cuando se pierde el poder.
Si no fuera porque es verdad y es una tragedia, lo que daría es risa. Un gobierno que les ha achacado a los bachaqueros toda suerte de culpas y responsabilidades, ahora legaliza el bachaquerismo. Porque sí, señores, los CLAPs son el bachaquerismo legalizado.
Gervasio no atendió más el llanto de su mujer. Miró la piel amarillenta del Wuilito y se fue vadeando los charcos del callejón mientras trataba de olvidar el dolor que le atenazaba el pecho. No recordaba si había sido ayer o antier cuando el portugués del abasto que está en la avenida le había regalado una bolsa con borra de café. Sirvió para un pocillo de guarapo y Pastorita guardó el resto para el tetero.
Así titulé en mi libro “de lo posible a lo increíble”, publicado en mayo del año 2006, la historia de uno de los boxeadores más grandes que he conocido en este deporte. Cassius Clay, su nombre de cuna convertido luego en Muhamad Alí, es comparado en sus hazañas con los también históricos Rockie Marciano y Joe Luis, de los pesos pesados.
La odisea de Nicolás Maduro tiene pocos precedentes en la historia reciente venezolana. Su creciente impopularidad consiguió en el camino de las habas al poco intelecto que bracea en sus neuronas. Es decir: Una pavorosa crisis generada por su revolución y el irrisorio cerebro presidencial para crear alternativas que nos saquen del abismo.
El título viene al caso como remembranza de un tiempo ido, pero no distante. Se corresponde con el de una columna que escribo el 1ro. de abril de 2005, a propósito de la visita que hace a Caracas el entonces presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero
El pecado siempre estará presente en el mundo, mientras el mundo que conocemos siga siendo mundo. Por eso Dios dejó previsto el remedio para todos nuestros pecados. Y ese remedio nunca falla: arrepentimiento y Confesión.
La violencia engendra violencia y parafraseando a Gandhi, si los venezolanos vamos a ir al ojo por ojo, terminaremos siendo una nación de ciegos. Lo digo, entre otras cosas, por las reiteradas agresiones de los colectivos. El Primer Mandamiento, para quienes nos llamamos cristianos, no dice odiémonos los unos a los otros. El venezolano no es de mecha corta, si no, ya tuviésemos un estallido social. Razones sobran. Pero tanto va el cántaro al agua (…)
CLAP: Otra Traición a la Patria
¡Si controlas la comida del pueblo, controlas al pueblo y van a estar agradecidos de lo poco que le demos! (Dictador URSS; Joseph Stalin)
Palabra de Juan Páez Avila, voz de las entrañas de nuestro desierto mediterráneo que busca conectarse con las hogueras primigenias con las cuales Prometeo nos dio la sabiduría para subsistir sobre los ciclos evasivos del agua y vencer de esta manera la conciencia reptiliana que enjaula a la inteligencia entre las sombras de los instintos básicos.
Escribir sobre la educación en Venezuela no resulta una tarea fácil, sin embargo en aras de opinar sobre un tema tan sensible a la opinión pública vamos a correr el riesgo que el desarrollo del asunto implica.
Comunistas Ladrones del Alimento del Pueblo
Muchos analistas y políticos, de ambos lados, piensan que a este gobierno le queda poco tiempo. Eso se respira en la calle. El hambre está llegando a niveles insoportables y no respeta estratos sociales; la escasez es tan alta que el dinero no sirve para mucho. No hay cómo ni qué comprar, igual sucede con las medicinas, repuestos y demás bienes necesarios para llevar un nivel de vida aceptable.
No descuida Páez Ávila la actuación de la mujer en sus luchas por la vida. La novela de cada escritor es suya y es única; investiga, va a la historia, devora, pule, limpia y da esplendor sin dejar de acudir al romanticismo. Cada escritor lleva en el alma de su pluma algo de libertador, de rebelde, de sublime y elevado, deja su huella permanente en la cultura, forma parte del acervo de la Literatura Universal.
Los déspotas carecen de originalidad, pero los psuvecos no tienen ni pizca de esa virtuosa condición. Sus conductas son calcadas de antiguos o recientes predecesores. Tan es así que veo muy neroniano al ungido. El país arde por los cuatro costados y el tipo baila y como si tocara cuatro, ese instrumento de cuerdas que debe tener sus orígenes en la lira, la misma con la que se acompañaba Nerón, mientras el fuego consumía el área del Circo Máximo en Roma.
En esta hora de angustia y desasosiego que vivimos los venezolanos, el papel de la Unidad, única alternativa nacional para un cambio político, debe estar guiado por dos líneas maestras. Una es la solidaridad. Solidaridad con el pueblo que sufre las penalidades que las políticas del gobierno le han ocasionado, y solidaridad entre nosotros. Partidos, líderes, dirigentes, voceros, subordinando opiniones e intereses personales o parciales al compromiso común que es de una magnitud creciente, deben mostrar constantemente el respeto que se tienen, la valoración que hacen del aporte de cada uno y la conciencia de la fuerza y la credibilidad que les da estar unidos.
Después de 17 años durante los cuales tanto Hugo Chávez como su heredero Nicolás Maduro se han negado a dialogar con la oposición política, con los empresarios y trabajadores sindicalizados, excepto en algunos momentos cruciales por los que han atravesado, la sociedad venezolana ha sido dividida y cargada de tensiones, de odio, como consecuencia de sus discursos virulentos, lleno de amenazas contra el adversario político, al que han convertido en su enemigo. Los ataques de Maduro han sido permanentes, casi todos días en encadena de radio y la televisión, en los que además anuncia al país sus cambios de ministros y sus políticas públicas en general.
En 1998, por RCTV y en el programa Primer Plano, en una entrevista que circula ahora de manera profusa por las redes sociales, Marcel Granier le preguntó al presidente Carlos Andrés Pérez cuál sería la tragedia que avizoraba si Chávez ganaba las elecciones.
Su respuesta no se hizo esperar. Y...
El término generación como categoría de análisis es fundamental para intentar comprender la realidad, sobre todo desde el punto de vista social y educativo, entre otros aspectos de esta complejidad que vivimos. Siempre se habló de “la formación de la generación del futuro”, e igualmente, del “papel que jugó cada generación en la conformación del país y su desarrollo.”
Internacionalmente el nombre de Venezuela volvió a resaltar, ahora con acuerdo conciliador tomado en reunión en Washington del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), no obstante el tosco comportamiento del inmaduro presidente, sostenido militarmente con apoyo de Cuba.
Uno de los grandes problemas del actual gobierno ha sido la idolatría promovida a sus líderes, especialmente a sus presidentes, primero el autoengrandecimiento de Chávez e inercialmente el de Maduro.
A la antigua ciudad de Babilonia la recordamospor las historias bíblicas de los hebreos en tiempos de esclavitud. También por los jardines colgantes que en su tiempo fueron considerados una de las siete maravillas del mundo.
El cuadrilátero está más claro de lo normal. El estruendo del público se detiene. Su mente se aísla del bullicio y los flashes, para sentir su respiración. Brinca. Su cuerpo es movimiento. Inquietud. Mueve sus brazos. En sus ojos se lee la palabra desafío. Su fuerza se hace transpiración.
A mis lectores, sean ustedes multiplicadores de este mensaje como una contribución espontánea de lo que mi corazón les quiere decir, haciendo honor como todos sabemos que el mejor lenguaje es el del corazón y aunque el momento es crítico tengo la corazonada de que pronto en nuestro país las condiciones serán mejores, siempre y cuando todos aportemos nuestra voluntad y, como siempre, sigamos ayudando a conseguir el camino de la paz, ingrediente único y necesario que trae consigo amor, convivencia y el desarrollo de un país que desea salir de la crisis por la vía pacífica.
Cruzarse con un grupo de niños que van a la escuela vestidos con sus uniformes blancos, muy bien arreglados y sonriendo, es una imagen que invita a la esperanza. Pero ésta adquiere un tono trágico cuando se da con un fondo de miseria, simbolizado por senderos llenos de basura y casas que apenas se pueden sostener.
Un error constituyente representa dieciséis años después el elemento más importante del escenario político venezolano, aunque algunos no lo quieran entender. El referéndum revocatorio es una institución novedosa sin precedentes constitucionales conocidos, por lo que no es de extrañar lo que pasó.
Estas líneas aspiran ser un eficiente llamado a todos los copeyanos de Venezuela. A quienes hemos militado en el Partido Social Cristiano COPEI, a quienes sin ser o haber sido militantes, se identifican como socialcristianos, demócratas cristianos, humanistas cristianos o simplemente como seguidores de las líneas maestras de la doctrina social de la Iglesia.
El Estado tiene la absoluta obligación de proteger la vida y los bienes de los ciudadanos, que incluye el respeto a los derechos humanos consagrados en todas las Constituciones.
Amanecí pensando que estaba atrapado en una cruzada donde un gobernante sin partida legal de nacimiento o penetración suficiente para paliar el desacierto estatal presidía el país; privados de luz, lluvias, abastos, remedios, con clara estanflación
A la calle, a la cama, al cuerpo, a la conversación: a todas partes llevamos la ruina de un país. Y duele. Duele enfrentarse a este exilio cotidiano. “El pesimista debe inventarse cada día nuevas razones de existir: es una víctima del 'sentido' de la vida”, decía Cioran, y nos ponemos de frente a una verdad que encandila: vivir aquí es inventarse un país todos los días, es poner barandas de distracción a los lados para salvarse del vértigo.
Próximos a la celebraciones en honor a San Antonio de Padua, el 13 de junio, fecha en la cual gran parte del mundo rinde tributo al santo “guía de los tamunangueros”, ante la gravísima situación por la cual atraviesa el país debemos recordar su máxima: “Dios no permitiría males en el mundo si de ellos no obtuviera grandes bienes”.
El diálogo es la práctica más conveniente para que los seres humanos nos entendamos. Por principio natural, creo y practico el diálogo en mi vida personal, familiar y social. En un país democrático, el diálogo debe ser práctica de todos los días. Si no hay diálogo no hay posibilidad de progreso y diría más, no hay posibilidad de vida.
Aunque el centralismo en Venezuela no toma en cuenta nada de lo que se propone desde la provincia, recordamos aquello de escribe que algo queda. La oposición no puede dejarse llegar a un término en que el CNE no le dé curso al referéndum revocatorio, sin tener, desde ahora, una propuesta alternativa. Los días pasan y el revocatorio no acaba de concretarse.
Cada día más alarmante la situación de escasez de alimentos en todo el país, incluyendo la capital que se consideraba la más abastecida en Venezuela, hoy el desabastecimiento está en el orden del 80%, las colas siguen creciendo, los bachaqueros haciendo su agosto, y el sustituto haciendo cadenas todos...
En Venezuela la maldad se ha ido abriendo camino, con pasos sigilosos ha ido envileciendo la vida de todos los venezolanos. Cuando la GNB, armada con sus equipos anti motines, arremete contra personas de la tercera edad, que con todo derecho protestan, sin duda es un acto de maldad. Al momento que un delincuente asesina hay maldad en ello. En los linchamientos la maldad se presenta oculta entre la colectividad.
Este baluarte del canto nació en Anzoátegui, estado Lara, en la Quebrada de Oro, al año se muda a su Tocuyo, y tuvo como padres a Cirilo Orozco y Rosa Felicia Pérez. A Gloria, José Rafael, Cirilo, Rosa, Antonio, Cristo y Juana, como hermanos.
Se le apodó "El Nacional" ya que él informaba a la gente todo lo que pasaba en el país.
Anshuman Vohra siempre había sido un apasionado del gin-tonic. Pero en el bar de Nueva York al que acudía con sus compañeros del banco de inversión JP Morgan a la salida del trabajo apenas había dos tipos de ginebra y, en cambio, más de 40 botellas diferentes de vodka. Y casi todas de calidad.