La infelicidad nos parece más única, más propia que la dicha, porque con aquella nos sentimos injustamente atacados por la vida, porque pensamos que nadie comprende la hondura de nuestro apabullamiento, porque estamos convencidos que no se nos mima, en nuestra zozobra, del mismo modo que nosotros sabríamos mimarnos. Esta frase epitafial encierra trampas y ambiguos codazos entre los expectantes adláteres del presidente enfermo.
El ungido de la divinidad, para transformar el destino de los venezolanos, ha decidido introducirnos en una revolución dentro de la revolución, es decir una perestroika criolla, con su glasnost y todo, algo así como una regeneración crítica y de trasparencia informativa. Convencido de que los trece años iniciales del socialismo siglo XXI (de corte estalinista), ya debe fenecer, porque yace derrotado el capitalismo salvaje y el imperialismo yanqui. Acabada la descentralización de la gestión económica, aunado al progresivo control alcanzado por la dirección partidista del PSUV, debería en ésta segunda etapa, llevarnos a la trasparencia de la vida social, una vez desparecida la miseria, haber logrado un triunfo sobre la disminución de la pobreza, el avance incontenible de las misiones, en especial la de la vivienda, de la producción agropecuaria, la educacional, el combate al desempleo, el fomento a la autogestión, el fortalecimiento del salario de los trabajadores, la alta productividad, el fomento del comercio cooperativo para responder mejor a las demandas de la población, el libre mercado de productos manufacturados por las empresas expropiadas a los particulares, y puestas en marcha por el estado monolítico………y pare usted de calarse éste lindo e inmenso pajonal, producido desde una habanera clínica para la cadena del día, signos inequívocos de una mente fuertemente conmocionada por la irradiación equivalente a un día de playa, como dice la ministro Sader, con sus tremor y delirios.
Qué lástima que niegue las bondades del acercamiento del Santo Papa Benedicto XVI a la Cuba castro-comunista, en una misión pastoral, que refuerza el sentimiento católico de ese pueblo, como la mayoría del Centro y Sur América, donde ha advertido con anticipación a su viaje, que el Marxismo Leninismo se ha extenuado, para dar paso a los avances de la tecnología y la ciencia, que llegó la hora de lograr una mejor interacción de los grupos con posiciones e intereses diferentes, aunque puedan llegar a ser opuestos, si resume los conceptos fundamentales del progreso, los cambios necesarios para que desparezcan de una vez por todas las desigualdades, discriminaciones, refuerce la espiritualidad del ser humano, lo acerque cada vez más a su Creador, a través de Jesucristo Resucitado. El gobierno de los Castro contestó reconociendo el Viernes Santo como día no laborable. La Pasión de Cristo como una excusa para la apertura, que al igual que su predecesor, Su Santidad Juan Pablo II, permitió la desaparición de la Unión Soviética, un sistema tiránico y genocida. Es la continuación de una transición pacífica-democrática, que deje en pasado 50 años de dictadura.
Venezuela tiene que prepararse para un cambio inminente después del 7-O, con Capriles de presidente.
