La vialidad dejó de ser un problema leve y pasó a ser muy grave: los huecos tienen afectada a la urbanización El Pedregal, del este de Barquisimeto, desde que la Alcaldía de Iribarren olvidó suministrar los mantenimientos a la capa asfáltica.
Se trata de una realidad, común en los sectores populares y, por desdicha, empieza a perjudicar también a los espacios antes consagrados por la misma sociedad. El este no está a salvo de la desidia oficial. Todo lo contrario. Se acentúa con igual o mayor fuerza que en zonas marginadas.
Isabel de Lara, habitante, declaró que las calles tienen, en algunos casos, hasta años sin recibir rehabilitación por parte de la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica). Las consecuencias de la desatención están a simple vista: vías maltratadas.
“Los huecos tienen meses y hasta años sin recibir ninguna reparación de la autoridad local. Nos llama la atención que, a pesar de la propaganda del Asfalto Parejo, en la urbanización El Pedregal no existe ni la mínima reparación de las vías principales. Somos un cero a la izquierda”, informó.
Maleza por doquier
En las aceras de la urbanización El Pedregal, hace falta limpiar la maleza que, en varios tramos, prácticamente impide por completo el paso de los transeúntes. Los vecinos han manifestado su molestia a los organismos competentes, en especial, al Instituto Municipal del Aseo Urbano (Imaubar) pero no ocurre ningún operativo de limpieza. Entre los matorrales, se multiplican alimañas que ponen en riesgo a los residentes, sobre todo, a las trabajadoras domésticas y niños (as) cuando regresan del colegio.
Otra situación de peligro y que, lamentablemente, “no puede solucionarse de la noche a la mañana”, contó el vecino Raúl Pineda, es la inseguridad que afecta a buena parte del urbanismo. Explicó que viven en una constante zozobra por las malas experiencias de otros conurbanos
“A varios de los vecinos les han robado el carro cuando van llegando a sus casas. No ha sido posible contar con el apoyo de las autoridades para combatir la inseguridad en nuestra urbanización, ni siquiera vemos pasar una patrulla”, sostuvo. Relató las veces que sorprenden a las personas, cuando caminan hacia la parada del transporte público o se disponen a visitar a alguno de sus compañeros del urbanismo.
Con armas de fuego, despojan a los residentes de los objetos de valor que van desde teléfonos celulares hasta los carros. En este sentido, solicitan a los cuerpos de seguridad, una mayor consideración con esta zona de la parroquia Santa Rosa a fin de que disminuyan los índices delictivos y con ello vuelva el sosiego a los ciudadanos.
De lo contrario, la tensión no cambiará para las personas que apenas abogan por la tranquilidad vecinal.
Fotos: Jairo Nieto
