Invitada por la Fundación Espacios para La Vida y la Fundación Juan Carmona, la arquitecta Maritza Rangel Mora, docente e investigadora de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Los Andes, en Mérida, la tarde del jueves compartió con el público en la Sala Alternativa del diario EL IMPULSO, una serie de inquietudes e ideas urbanísticas a través de la conferencia Construyendo Nuestro Sueño de Ciudad.
Además habló en torno al proyecto denominado Bases para la realización del plan local de desa-rrollo de la ciudad de Mérida, cuya primera parte fue iniciada a principios de 2011 y será concluida en el mes de mayo de este año.
Posteriormente se concretará la segunda y última etapa.
Destacó la importancia de venir a Lara para compartir conocimientos urbanísticos con expertos de la región.
En presentación power point, Rangel, quien considera la ciudad de Mérida de sueños y construcción, detalló que la metodología utilizada para el desarrollo de esta primera parte del proyecto contó con la participación de las comunidades, mediante la motivación de las personas para que entiendan la necesidad de planificar la ciudad, la cual está literalmente dormida.
También destacó la intervención de técnicos expertos en los temas, así como de niños y jóvenes a través de encuestas, concursos, foros y talleres, fundamentalmente, para formular la imagen soñada de la ciudad que quieren a futuro; para que se consolide en el ámbito cultural, turístico, patrimonial, educativo y se desarrolle en matera de ciencia y tecnología.
Acotó que en la Universidad de Los Andes, ULA, se planteó este proyecto motivado a los problemas de Mérida, los cuales son un reflejo de los que existen en otras regiones de Venezuela.
Al respecto, sostuvo que como resultado de un inventario de problemas por falta de planificación se detectaron en Mérida inseguridad, dificultades de contar con servicios a mediano y largo plazo (agua potable, manejo racional de los desechos sólidos, manejo adecuado de la vegetación), así como problemas de tránsito, movilidad y accesibilidad.
“A esto se le agrega que las ciudades andinas se encuentran en espacios muy constreñidos, de gran valor paisajísticos pero con fuertes limitaciones ambientales, entonces el conflicto de agudiza porque no hay hacia dónde crecer. Esto hace repensar qué opciones buscar para tener un futuro cierto de dignidad, de calidad de vida sustentable para la población”, manifestó.
Lamentó que la ciudad no cuente desde la década del setenta con un Plan de Desarrollo Urbano Local (Pdul). Actualmente posee el Plan de Ordenación Urbanística (POU), de grande directrices, mas no de escala real y puntual a la hora de planificar.
En este orden de ideas, dijo, el proyecto Bases para la realización del plan local de desarrollo de la ciudad de Mérida, lo presentarán ante el poder municipal de esa localidad constituido por la alcaldía Libertador y la Cámara Municipal, con la intención de propiciar a corto plazo de convertirse en un instrumento rector de desarrollo urbano, pero bajo los principios de expansión estratégica.
Señaló que los problemas urbanos en Venezuela se atacan por coyuntura, de forma puntual, sin visualizar a futuro la ciudad porque no hay procesos de planificación a corto, mediano y largo plazo, entonces no se tienen repuestas cuando llegan.
Por ejemplo, el hablar de vivienda y no de hábitat es un gran problema, porque la casa aislada lo que hace es tener a un grupo de personas dentro, en el mejor de los casos podría estar muy bien, pero al salir no hay área de encuentros, de recreación ni lugares públicos.
Por el contrario, se genera la individualización de las personas, y las familias se aíslan como ciudadanos y no son dolientes de sus espacios porque no lo conocen.
Barquisimeto con futuro
Para la arquitecta Rangel, una de las ciudades del país que tiene el futuro más cierto es Barquisimeto.
Lo dice por su nivel de organización y por la concientización de su población, que la lleva a ser más limpia, mejor urbanizada, y a estar más pendiente del mantenimiento de sus espacios.
Fotos: Billy Castro
