LA INDEPENDENCIA: UN ENGAÑO MONUMENTAL

“No se cansa el ojo de ver, ni el oído de escuchar” La cita de las escrituras viene a colación a raíz del impacto de las multitudinarias movilizaciones que han acompañado la candidatura presidencial unitaria de Henrique Capriles Radonski desde su inscripción en el CNE que los voceros del chavismo eluden mencionar y centran sus críticas en el estilo discursivo del joven candidato.  Hemos oído y leído cualquier cantidad de sandeces, en especial de algunos politólogos de agua dulce rojos rojitos que para intentar disminuir a Capriles pretenden comparar al lengua sucia de Chávez con el mismísimo Marco Tulio Cicerón.
Sin embargo, en la repetitiva y fastidiosa propaganda que del acto de inscripción de la candidatura reeleccionista hace el PSUV, a pesar del largo, tedioso e insultante discurso de Chávez sólo toman el momento en que éste cita al Libertador haciendo mención del alto costo de la independencia nacional, para luego parafrasearlo diciendo que en estos casi 14 interminables años de desgobierno la independencia ha sido el mayor logro. Mayor descaro y reconocimiento del propio fracaso es inconcebible.
Nunca en su vida republicana Venezuela ha sido más dependiente: No podemos vivir sin alimentos importados. No podríamos vivir si el petróleo baja a niveles inferiores a 80$. Nuestro nivel de endeudamiento tanto interno como externo sólo es comparable a los del siglo diecinueve. Si dejamos de regalar petróleo a otras naciones nuestro gobierno quedaría aislado internacionalmente. Nuestros profesionales y técnicos emigran por millares en busca de mejores condiciones de vida. La delincuencia reina a sus anchas y consume más vidas jóvenes de las que costaron tanto la guerra de independencia como todas las guerras civiles sufridas por Venezuela en el pasado.
Estamos hipotecados con China y Rusia y no se ve por ninguna parte el beneficio de esos compromisos. Las relaciones internacionales de Venezuela en la era chavista dan preferencia a la amistad con todos los gobernantes malandros del mundo, mientras hemos gastado miles de millones de dólares en compra de armas que francamente no son prioritarias, la defensa de la vida y la seguridad personal de los venezolanos y sus bienes parecen no preocuparle lo más mínimo a este desgobierno y todavía tiene éste folclórico personaje los riñones de decirnos que la independencia es su mayor logro. Un engaño monumental dirigido a quienes no usan sus cerebros.