Asfixia mecánica fue la certificación de muerte que el médico forense Franco García Valecillos determinó para la joven de 17 años de edad, a quien faltándole apenas dos semanas para parir un varoncito fue hallada este martes sin vida, amarrada de pies y manos, vendada y amordazada en una cuneta tupida de monte hacia la parte del barrio Las Tinajitas, pero dentro de las instalaciones del inconcluso terminal de pasajeros de Barquisimeto, en jurisdicción de la parroquia Juan de Villegas.
El profesional de las ciencias forenses también reveló, de acuerdo a los resultados de la necropsia de ley practicada a los restos de la adolescente la tarde de este jueves en la morguecita del cementerio nuevo, que la joven presentó fractura en la región temporal izquierda.
Culminada la labor forense, García informó a la señora Nancy Coromoto Rodríguez, presente en el lugar, la forma cómo murió su hija, y luego en torno a ellos se unió el resto de la familia, quienes se fueron enterando.
Cabe aclarar que lo anterior se trató de la parte médico-científica para descartar hipótesis y llegar a la verdad sobre el fallecimiento de la muchacha.
Ahora faltan los resultados que pueda arrojar el proceso técnicocientífico durante el trabajo de campo y averiguaciones que en torno al caso lleva a cabo el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, subdelegación Barquisimeto, los cuales podrían despejar varias incógnitas, entre estas: quiénes y por qué dieron muerte a la muchacha; por qué aplicaron tanta saña contra ella; si realmente está implicado su concubino a quien investigan como presunto sospechoso; si se trató de una venganza, ¿en qué momento y cómo ingresaron a la joven al terminal? Hasta la tarde de ayer estas y otras interrogantes no tenían respuesta, y como quiera que la familia ya sabe la causa de la muerte de la adolescente, esperan con ansias que las mismas sean aclaradas con la identificación y captura de los responsables del macabro hecho, para que expliquen a la justicia por qué lo hicieron y sean llevados así a la cárcel a pagar el asesinato de esta joven, a quien también le provocaron la violenta muerte del hijo que llevaba en el vientre.
A la adolescente le doblaron el cuerpo hasta que sus manos alcanzaron sus dos pies, y se los amarraron con un grueso pedazo de tela roja, inmovilizándola. Con otro retazo de la misma tela vendaron sus ojos, y con un sostén negro la amordazaron.
Tanto la boca como sus fosas nasales quedaron prácticamente herméticas.
Se presume que antes le dieron el fuerte golpe en el temporal izquierdo y posiblemente se desmayó, falleciendo asfixiada por la dificultad para respirar, y porque no pudo quitarse la mordaza por estar atada de pies y manos.
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Fotos: Richard Alexander Lameda
