En ocasión de celebrar los 22 años de labores del Ateneo de Cabudre, en el municipio Palavecino, se exhibe en sus espacios una muestra que refleja parte de su historia.
Se trata de la exposición llamada Una década de grandes ganadores, que muestra las obras ganadoras y premiadas en el Salón de Artes Visuales, desde el 2001 hasta el 2011.
Esta colectiva se encuentra abierta hasta el próximo nueve de septiembre, por lo que el público larense puede acercarse de martes a viernes de 9:00 am a 12 del mediodía y de 2:00 a 7:00 pm, así como los sábados y domingos, de 10:00 am a 2:00 pm.
El arte cerca de los niños
Aunque ayer las actividades culturales de la plaza La Ceiba se vieron suspendidas por el Duelo Nacional decretado el sábado por las víctimas de la explosión en la Refinería de Amuay, los niños y adolescentes invitados a la jornada dominical fueron trasladados al Ateneo de Barquisimeto para de igual forma acercarse al arte.
Un total de 90 pequeños de la comunidad de Barrio Unión, pertenecientes al plan vacacional Sembrando conciencia de paz del grupo Expresión Folclórica Nueva Generación, realizaron un recorrido por la sala de exposiciones del Ateneo de Cabudare, acompañados además de los facilitadores del taller Entre cuerdas, canto y cuento, del servicio comunitario de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
De esta forma, los pequeños se acercaron a las artes visuales y conocieron las diversas técnicas y elementos que los artistas plásticos le imprimeros a sus obras.
La muestra que cuenta con 30 de las obras que han llamado la atención de la crítica especializada en el más importante evento de la plástica larense, deja ver las diversas modalidades con las que han decidido trabajar los creadores.
Aunque el Salón de Artes Visuales Héctor Rojas Meza lleva 21 ediciones, sólo se exhiben los últimos 10 años mientras se abre la convocatoria para una nueva edición.
Homenajeados
La última década de este encuentro ha homenajeado a la obra figurativa de Ángel Hurtado, la guitarra universal de Alirio Díaz, la arquitectura ecológica de Fruto Vivas, el blanco y negro que deja ver la fotografía de José Sigala y la muralística de Jorge Arteaga.
También los cálidos colores de Elsa Morales, el collage y los óleos de Ramón Chirinos, los tejidos hilos de Ofelia Mendoza de Requena, las manchas de color en la obra de Ramón Díaz Lugo, la bruma de Armando Villalón y la entrega de Ana Teresa de Ovalles.
Fotos: Billy Castro
