La Vega de la Parroquia Unión está desasistida y olvidada

Una comunidad poco nombrada, pero que existe en Barquisimeto, se trata del barrio La Vega, ubicado en la parroquia Unión, al noroeste de Barquisimeto.
Este conglomerado, que limita con la Zona Industrial I, presenta el más deplorable abandono desde la historia de su creación.
Pese a que sus calles sirven de camino hacia el parque industrial y decenas de sectores como La Antena, El Carmen, La Pastora, Los Ruices, entre otros, y además conduce hacia la avenida Las Industrias, los huecos que posee son proporcionales al ancho de las vías.
“Sería un milagro transitar por La Vega y no conseguirse un tragacarro”, opinó Melquíades Chirinos, conductor de un camión de carga que utiliza la zona para llegar hasta la empresa donde trabaja.
Manifestó que ya es imposible no caer en los inmensos cráteres, y esta situación le ha acarreado gastos de miles de bolívares porque el tren delantero de la gandola cada vez más se daña.
“Y no solamente es la parte mecánica de la unidad, mis riñones y columna también sufren”, lamentó.
Una situación atípica ocurre en La Vega.
La proliferación de zancudos que comúnmente se reproducen en aguas estancadas de quebradas, en varias barriadas de la ciudad, aquí lo hacen pero en aguas que se depositan en los huecos de las calles, los cuales se abren justamente frente a las viviendas.
Perdieron la memoria al recordar en qué época el municipio fumigó el sector contra los zancudos, los que ahora combaten con insecticidas, producto de alto costo en el mercado.
Los barridos de las calles no los conocen en la zona.
Frascos, cartones, bolsas de basura y cauchos viejos son los principales focos de desperdicios que se observan tirados y amontonados en La Vega.
Perros callejeros aprovechan el festín para explorar con su hocico la inmundicia, de la cual emanan animales roedores y rastreros.
Las personas también se ven obligadas y hunden sus zapatos al caminar sobre la basura.
Lo peor llega cuando los niños se reúnen en la calle para jugar pelota de goma o fútbolito, ya que en la mayoría de los casos la esférica rebota sobre las aguas de los huecos o en la basura y es tomada nuevamente por ellos, pudiéndole traer consecuencias para su salud.
Otro problema que denuncian los habitantes de esta comunidad es la tardanza del camión del aseo urbano para recoger los desechos sólidos.
Manifiestan que las bolsas se quedan casi todo el día frente a las casas y la basura comienza a descomponerse, generando malos olores y moscas.
En este sentido le hacen un llamado a la empresa operadora para que pase durante las primeras horas de la mañana y así se evita este inconveniente.
La falta de suficientes bombillas de alumbrado público hace oscuro a La Vega.
Flor Crespo, habitante, solicita a la sucursal Lara de la empresa Corpoelec que realice una visita a la zona y haga un diagnóstico para cuantificar las bombillas requeridas.
Lamentó que aunado a los apagones, la deficiencia de alumbrado ha contribuido con el aumento de los hechos delictivos, y tampoco el patrullaje se hace con regularidad.
“Ya uno no puede salir ni a primeras horas de la noche porque te atracan, así sea frente a tu casa”, adujo.
Precisó que las personas de La Vega viven con temor a perder la vida en las frecuentes balaceras que se forman entre sujetos venidos de otras zonas, sobre todo los fines de semana.
El clamor de que les arreglen las calles y les devuelvan la seguridad, es una constante en las familias de esta populosa comunidad.
Texto y fotos:
Richard Alexander Lameda