Fue a un velorio en Bobare y no regresó más a su hogar

En horas de la tarde del miércoles, Gabriel Fernando Linárez, de 21 años de edad, salió de su residencia ubicada en la carrera 1 entre calles 6 y 7 de Cerritos Blancos, dijo a sus seres queridos que iría a un velorio de un amigo en Bobare y no regresó más.
A las 7 y 30 de la noche del jueves el cadáver del joven apareció en el sector Salón Guindado, de la carretera vieja de Carora con un tiro en la frente. No portaba identificación alguna; tampoco tenía puesta camisa, por lo cual no fue reconocido en el momento.
Fue la mañana de ayer que sus familiares supieron de la trágica noticia y acudieron hasta la morgue del Hospital Central para reconocerlo. Comentaron que no sabía qué había pasado. Era el mayor de cuatro hermanos, trabajaba vendiendo ropa y zapatos por encargo y con su muerte queda una niña de 3 años y un varón de apenas 8 meses huérfanos.
Funcionarios del Eje Contra Homicidios fueron hasta el lugar e hicieron el respectivo levantamiento del cadáver.
Según el Tribunal Supremo de Justicia, Linárez tenía antecedentes por el delito de robo genérico y del 16 de junio del 2012 por droga, tras ser detenido por una comisión del Cicpc, pero a los cinco días fue dejado en libertad por un beneficio.
La víctima era conocida como “El Pompo” y estaba presuntamente siendo investigado por el homicidio del señor Simón Antonio Mendoza Piña (44) quien se desempeñaba como bombero en la estación de Servicio San Luis, ubicada en la avenida Bracamonte con Venezuela.
Fue asesinado el 20 de marzo del 2011 tras negarse a surtir de gasolina a unas personas.