#Opinión: Animo Venezuela Por: Joel Rodríguez Ramos

No es fácil perder, sobre todo cuando se ha puesto tanta emoción, tanto esfuerzo, tanta esperanza en el triunfo de una nueva alternativa política para Venezuela, como la que pusimos millones de venezolanos el pasado 7 de octubre.Había una alegría contagiosa en las calles, en las colas de los centros de votación, en las redes sociales, en las conversaciones de amigos y familiares, todos dimos por descontado el triunfo de Capriles. Él lucía imbatible, puso todo su corazón, toda su alma, toda su energía para ganar y no lo logró.Bendito sea Dios.
Quizá nos adelantamos, sin mucha cautela,a los acontecimientos porque la emoción era muy grande. Ahora, como lo dijo el mismo Capriles la noche del 7 de octubre, tenemos que saber perder. En democracia “para saber ganar, hay que saber perder”. La vida es una lucha permanente, muchas veces luchamos contra fuerzas llenas de maldad, sin escrúpulos como la que nos ha tocado este tiempo en nuestra Patria. Ha habido pueblos que han tardado más tiempo que el que llevamos nosotros luchando contra Chávez, en recuperar su andar democrático y en libertad, y al final han triunfado.Ese anhelolibertario algún día triunfará, pero debemos seguir luchando, no hay espacio ni para el reposo ni para la rendición. Siempre es hora de luchar. La vida no está hecha para vivirla sin dificultades, al contrario, la vida del ser humano es una lucha constante que no termina nunca, sólo con la muerte.
Me conmovió la ilusión que pusieron los jóvenes en la campaña culminada el domingo pasado. Saben que el futuro es de ellos y por eso se empeñaron en buscar una vida mejor donde progresar y crecer en libertad y democracia. Precisamente dos jóvenes murieron en esa lucha en Barinas y la memoria de ambos debe ser honrada con la continuación del esfuerzo por mejorar la vida de los venezolanos. Cuando la señora Tibisay Lucena daba los resultados de la votación, no se apartaba de mi mente el recuerdo de la juez María de Lourdes Afiuni, de IvanSimonovis y todos los otros comisarios presos, del holocausto de Franklin Brito, de los petroleros exiliados y que sí saben de petróleo, de los fallecidos de Amuay, de los más de 19.000 venezolanos muertos por el hampa durante el régimen chavista, de los residentes en Florida que viajaron a New Orleans a votar por capricho del CNE y del régimen chavista. Habrá algún gesto de acercamiento para con ellos o deberán seguir viviendo en el ostracismo?Oyendo los resultados recordaba también los dólares regalados a otros países en detrimento de nuestras necesidades, el oro negociado y cuyas ganancias no se sabe dónde están, las mentiras permanentes del régimen en todas las áreas de la vida. Estos días han sido unos días tristes, muy duros en Venezuela. El régimen chavista ha sido una tragedia y todo indica que lo seguirá siendo y quizá peor. Pero, repito, eso nos obliga a quienes creemos en la democracia y la libertad, a continuar, a redoblar  la lucha que hasta hoy hemos librado, como dice Capriles, por nuestra hermosa Venezuela.Está bien los llamados al diálogo que han hecho varios sectores del país, pero el que debe tomar la iniciativa es el gobierno y ya lo conocemos. No es la primera vez que llama al diálogo y luego insulta, descalifica, atropella, agrede y se burla del país.
Finalmente me preocupan y duelen nuestras universidades, las buenas, las libres, las democráticas, las que han soportado con estoicismo los ataques del gobierno. Viene una lucha muy dura para defenderlas y protegerlas de la perversa intención del régimen de  tomarlas o acabarlas. Capriles abrió una senda, abrió un camino y Venezuela, o una buena parte de ella, se esperanzó con ese camino.No lo olvidemos, hay un camino.