#opinión: Reflexión de un estudiante de historia. por: Pedro Muro

El problema de la enseñanza siempre ha estado en discusión en todas las materias en esta oportunidad tocaremos el de la historia, problema propuesto en el ensayo del profesor Reinaldo Rojas que tuve la oportunidad de leer, y coincidir con él en que la historia que se enseña en nuestros liceos es mas dogmàtica que de razonamiento.
El problema de la historia es el método de enseñanza que siempre se ha utilizado en nuestros centros educativos a nivel de básica e incluso en primaria, es una enseñanza limitada quizás al tema de las efemérides y el de los grandes héroes, prácticas netamente positivistas, no se enseña que la historia es la materia que te da la identidad nacional, no se enseña a pensar sino a memorizar y lamentablemente nuestra ciencia histórica no escapa de esta mala praxis, ciertamente los docentes no son los únicos culpables de esta mala tradición, son los historiadores que elaboraron aquellos libros de estudios donde presentaban por ejemplo a Colón como el “descubridor de América”, y que enaltecían los valores españoles por encima de nuestra cultura indígena sobre ellos recae la mayor culpabilidad.
Es nuestra responsabilidad revalorizar a la historia en nuestros centros educativos, demás están los ensayos, las investigaciones, sino no nos enfocamos hacia una práctica pedagógica responsable que justifique a la historia como un elemento integrador a la cultura de un país, es ella la que hará valorar el despertar del sentimiento patriótico de nuestros estudiantes, de nuestra parte no dejarnos tragar por un sistema que pareciera estar hecho para el conformismo, un sistema que no busca, que no indaga nuevos elementos, nuevas estrategias que cae en el simplismo en lo cotidiano, recordemos las palabras del profesor Reinaldo Rojas:
La historia es un conocimiento en constante cambio, que no hay verdades absolutas sino relativas y que, como todo conocimiento que aspira a ser ciencia, la historia está sujeta a revisiones, cambios y modificaciones, no de los hechos pasados – ¡que, por cierto ya pasaron!- sino del conocimiento que de ese pasado tenemos en el presente y que en última instancia es la materia de nuestra enseñanza.
Simple o buscamos, indagamos o fracasamos, de nuestra parte està como futuro docente de esta ciencia buscar las mejores alternativas para su enseñanza y no repetir los errores que cometieron muchas veces con nosotros, ya tenemos esa experiencia, es por ello que en nuestras manos esta darle un rumbo correcto a la enseñanza de esta materia y alejar la mala fama que esta posee, hacerle ver a los estudiantes que la historia “es la ciencia de los hombres en el tiempo”.