Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación al cierre de 2012 se encontrará en 18%, reducción significativa tras diferentes decisiones de carácter económico que han intentado frenar el efecto inflacionario sobre los productos y servicios considerados básicos para la ciudadanía.
Al respecto, el economista y profesor de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), Gerardo Álvarez, recordó que a finales de septiembre la inflación se ubicó en 9.8%. “El año pasado en esta misma fecha, la inflación se encontraba en 16%, quiere decir que ha disminuido casi 50% al compararlo con el 2011”.
Recordó Álvarez que la Ley de Costos y Precios Justos prohibió el aumento de precios sobre artículos importantes y considerados básicos en la dieta venezolana.
Además, incorporó 19 nuevos rubros cuyos precios también se encuentran congelados. “Tenemos una inflación represada como consecuencia de una decisión de carácter administrativo. Las estadísticas que maneja el INE incluyen los productos regulados y por eso no pueden variar de precio a lo largo de los meses”.
En este sentido, destacó que el elevado gasto público y la liquidez monetaria “lanzó más dinero a la calle”. Sin embargo, los usuarios no cuentan con un incremento en la oferta de productos y por ende aumenta la inflación.
“Cualquier ama de casa puede acudir a un abasto o supermercado y se dará cuenta de que la diferencia de precios entre el mes de enero y septiembre es abismal. Tenemos unas estadísticas disfrazadas. El Gobierno exhibe una tasa de inflación que para ellos es satisfactoria, aunque sigue siendo la más alta de América Latina. La gente sabe que no está disminuyendo”.
En una economía controlada, expresó, fácilmente pueden manipularse las cifras de inflación.
Sólo en el área de productos agroalimentarios el aumento de precios con respecto a 2011 fue de 30%. “El 60% de la población venezolana gana salario mínimo e invierte en alimentos más del 70% de sus ingresos. Hay una burbuja especulativa. Estamos frente a una ilusión monetaria; el día que disminuyan los precios del petróleo tendrán que reducirse las importaciones y el venezolano consumirá menos”.
La contracción de la producción nacional es un problema que afecta la economía del país, por cuanto fortalece la dependencia petrolera y las importaciones.
Haydeluz Cardozo
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