Una rutina diaria tenía Brian Sneider Piña Pérez (18) quien, al salir de su casa en la urbanización Nubia de El Tocuyo, municipio Morán, se iba a casa de su vecina a tomar café.
Eran las 6 de la mañana del viernes cuando el joven estaba en compañía de la señora Eddy Garrido (49), vieron venir una moto con dos sujetos y el estudiante comentó que corrieran porque allí venían unos tipos.
Ellos cerraron la puerta y se introdujeron a la vivienda donde al menos viven diez personas, entre ellas una señora de la tercera edad y dos bebés de 9 y 1 año de edad.
Los sujetos que aparentaban unos 30 años de edad, se trasladaban en una motocicleta negra y cargaban como especie de chalecos grises como los de mototaxista. Brian, quien estaba dentro de la casa pero en el corredor principal, veía cómo los sujetos trataban de entrar a la casa.
«Brian ven acá que te tenemos una razón» decían los sujetos. «No guaros, dejen la cosa», respondía el estudiante, paralelamente sus vecinas le suplicaban que se metiera y no saliera. Alrededor de diez minutos estuvieron el par de motorizados afuera de la morada y como no pudieron ingresar a la casa comenzaron a disparar a lo loco.
Aproximadamente 15 detonaciones se escucharon. Entre la pared y ventana de la parte de afuera estaba el rastro de cinco impactos y al final del pasillo cuatro.
Piña Pérez fue a correr y cuando cruzó al lado derecho de la casa cayó en la cocina. El muchacho se encontraba mal herido. Uno de los tantos proyectiles impactó en la pared y le dio en el pie derecho a Garrido.
Las balas fueron dirigidas a la ventana donde estaban dormidos los niños pequeños, pero por fortuna ninguna bala impactó en la humanidad de los infantes, ni causó mayor desgracia en ese hogar.
Una vez que cesó el fuego y los pistoleros se habían retirado, los vecinos salieron a ver qué pasaba. De allí sacaron al estudiante mal herido, pararon un carro y lo trasladaron hasta el Hospital Egidio Montesinos de El Tocuyo, pero no soportó y falleció; mientras la dama herida fue referida y llevada a un centro asistencial privado.
Era sano
En las afueras de la morgue del Hospital de El Tocuyo estaba la madre del joven, su abuela y otros seres queridos quienes lloraban por la lamentable pérdida. Indicaron que era el mayor de dos hermanos y actualmente estaba terminando su quinto año de bachillerato. Precisamente ayer iba al liceo cuando fue atacado.
Aseguran que se trata de un muchacho sano y no saben qué pudo haber pasado. Sus vecinos, quienes estuvieron presentes en el momento del crimen, dan fe que el muchacho no tenía problemas.
Habitantes de la zona indican que El Tocuyo se ha vuelto peligroso y los delincuentes matan a las personas por gusto. Tanto conocidos como familiares de la víctima fatal esperan que se haga justicia por su muerte.
Fotos: Ángel Zambrano
