Sin tregua
El chavismo se encuentra estremecido en sus convicciones más íntimas y en sus “certezas” revolucionarias. Como en la popular canción, andan “con el corazón partió”. Tres hechos muy recientes son desconcertantes para quienes han vivido estos años con creencias aparentemente solidas como la roca. De pronto la “revolución” no es tal o, en el mejor de los casos, se les volvió majunche. Ya no es solo el pésimo gobierno, la incapacidad de cumplir promesas o la ineficiencia. Ni siquiera es solo la corrupción. Esos eran males “explicables” para ellos, “contradicciones del proceso”, “defectos heredados” que en apariencia no comprometían las certezas “revolucionarias y socialistas” de los camaradas del Psuv. Al menos algunas excusas servían. De pronto su universo sufrió varias rupturas serias.
En efecto, el “paquetazo rojo” ha sido un terremoto. El engaño resulto demasiado burdo. Durante meses, en el Psuv-VTV les dijeron que la devaluación era parte del “paquetazo neoliberal” que supuestamente tenía oculto Capriles. ¡Y eso fue lo que hicieron los herederos!, los del “chavismo-sin Chávez”. Luego, quien tenía oculto el “paquetazo” era esta revolución majunche. Y todo, como siempre ocurre en las devaluaciones, para que el gobierno obtenga más bolívares acosta del empobrecimiento del venezolano. Y peor aún, si la devaluación se produce cuando el barril de petróleo alcanza los 107 dólares y el régimen incrementó la deuda externa del país hasta los 200 mil millones de dólares.
Y sin reponerse de ese terremoto, la noticia llego desde la Guayana profunda: Las etnias originarias, las que esta revolución majunche ha ensalzado haciendo ver que el gobierno las ha reivindicado y con ellas se ha hecho justicia histórica. Esas comunidades indígenas se rebelaron con tanta furia que desarmaron y retuvieron a 46 efectivos militares obligando al gobierno a un diálogo negado por varios meses para que cesaran sus atropellos y abusos. ¡¿Cómo?!, se preguntaron los que creían la propaganda chavista del canal 8, ¿Cómo es que las comunidades indígenas son impulsadas a un acto de rebelión tan temerario? ¿Entonces era falso todo el discurso indigenista de la revolución? Porque además, se descubre otra vez la farsa del decreto de “nacionalización” del oro. ¡Contra esa supuesta “nacionalización” se alzo el pueblo indígena y minero. Otra certeza que se desploma.
En la entrega anterior dimos a conocer detalles del convenio firmado por el propio Chávez y por Rafael Ramírez, en septiembre del año pasado, con una poderosa transnacional de China. El asunto es que el contrato – nada más y nada menos – le entrega a una potencia extrajera el control del mapa de nuestras riquezas mineras. ¡Fin de mundo! eso es neocolonialismo. Algo tan anti nacional como lo hace esta revolución majunche en este caso no se veía en este país desde que Juan Vicente Gómez les entrego a las transnacionales petroleras de EE UU y Gran Bretaña el control de las concesiones petroleras en suelo venezolano.
Es tan majunche esta revolución que además de recibir calurosos aplausos del Fondo Monetario Internacional,sus diputados cerraron filas apoyando el “paquetazo rojo”, al negarse rotundamente a que se debatiera una propuesta formulada por los diputados Alfonso Marquina y Alfredo Ramos de la bancada de la MUD de sancionar una Ley especial para un aumento general de salarios que compensaría el terrible daño causado a los trabajadores venezolanos por la devaluación del 46% de sus ingresos impuesta por Maduro con el supuesto respaldo de Chávez quien lo habría firmado.
Y, para el record Guinness. Venezuela, es decir, la Venezuela gobernada por la “revolución chavista” es la primera nación del planeta que le vende “al imperio” el petróleo con el que se mueve su máquina de guerra que – según la propaganda chavista – se prepara para invadirnos. Es una farsa carnavalesca. Porque encima dependemos “del imperio” para disponer de gasolina en nuestro mercado interno. Mucho peor que Correa, el “revolucionario” que mantiene el dólar como moneda oficial de Ecuador.
PD. El regreso al país de Chávez, en lugar de ser un paso responsable y positivo para recuperar la institucionalidad perdida con las “sentencias sobrevenidas violatorias de la Constitución”, lo han convertido en otro episodio lamentable del secretismo. Una falta de respeto al pueblo chavista e incluso a todos los venezolanos. Triste. La jerarquía majunche roja rojita solo se preocupa por el provecho político que puedan sacar de Chávez.
