Un grupo de alumnos del Liceo Bolivariano Los Crepúsculos unió sus voces para expresar su inquietud respecto a las presuntas irregularidades que existen en la construcción de los baños para el bachillerato, mediante una toma pacífica al plantel.
Desde su fundación el liceo comparte infraestructura con una escuela que lleva su mismo nombre, conformaban un grupo escolar que con el pasar de los años se fue dividiendo en dos instituciones independientes. A raíz de esta autonomía surgió en la comunidad educativa del bachillerato la necesidad de tener baños propios, de allí que iniciaron las gestiones para consolidar el proyecto ante diferentes instancias regionales.
La Corporación del estado Lara (Corpolara) tomó en cuenta la necesidad y le entregó al plantel la cantidad de 42.000 bolívares para la ejecución de la obra, cuyo presupuesto era de 65.000 bolívares. El dinero de la corporación fue entregado al tres voceros del consejo comunal del sector, pues según las leyes estas instancias son las que deben gestionar los proyectos.
Sin embargo, la obra se encuentra paralizada debido a que se agotaron los recursos y el presupuesto aumentó 40.000 bolívares, según el responsable.
“Nuestra lucha para la construcción de los baños ha sido larga y en Corpolara fue donde conseguimos un aporte que nos fue entregado en un cheque… pero tres representantes del consejo comunal le dijeron a la directora que no se podía hacer cargo de la obra, porque los ingresos que llegan a la comunidad deben ser manejados por el consejo comunal.
El 16 de enero se hizo un acta de compromiso por parte de los representantes del consejo comunal y por un presupuesto de 65.000 bolívares. Estas personas recibieron el dinero, de los cuales tenemos copias”.
Al transcurrir dos meses y con la obra paralizada decidimos hacer una asamblea interna, en busca de respuestas”, contaron las voceras estudiantiles Rosmary Martínez, Osmir Carrasquel y María Laura Cumare.
Hace quince días realizaron una primera toma del plantel en la que tuvieron la oportunidad de conversar con otros voceros del consejo comunal, que manifestaron desconocer la obra y la gestión de los representantes involucrados.
“El responsable nos entregó unas facturas que no tienen sellos, ni RIF, que para nosotros no son válidas”. Ante la realidad, la comunidad exige una auditoría de parte de las instancias involucradas.
Oscar Jordán y Gladys Cuello, miembros del consejo, reiteraron su desconocimiento de la situación del plantel pero se comprometieron a investigar los hechos.
