Gerenciando el patrimonio ambiental y cultural

Una forma posible de optimizar los niveles de vida del campo y revertir la situación de deterioro ambiental, radica en la valoración del patrimonio ambiental y el desarrollo de actividades no tradicionales que tienen en cuenta el valor del patrimonio cultural y medio ambiental del campo, a través de actividades no  habituales, tales como el agroturismo, en el entendido que serán una actividad paralela y complementaria a las labores habituales del campo.
La valorización del patrimonio cultural representará revalorizar métodos o prácticas agrícolas ancestrales, como por ejemplo la producción del papelón en trapiches hidráulicos y el cultivo de caña de azúcar de forma orgánica sin quema como se hacía en el pasado.
La  valorización del patrimonio ambiental no sólo debe significar el ver la belleza del panorama verde que les rodea, sino realizar prácticas de cultivo menos agresivas con el medio, como el cultivo con abonos orgánicos en vez de fertilizantes químicos, que desde el punto de vista nutricional da una mayor singularidad a los productos pues contribuyen a la buena alimentación de las personas.
La puesta en practica de alternativas de manejo tales como los huertos orgánicos, la rotación de cultivos, los controles biológicos de las plagas, darán la oportunidad al agricultor de ofrecer un producto con un mayor valor agregado para comercializar, entre  turistas deseosos de estar en contacto directo con la naturaleza, como también ávidos de consumir productos directamente del suelo a la mesa, que no sean tratados con agrotóxicos propios de los cultivos agrícolas comerciales.
El rescate del patrimonio cultural, así como los cultivos más amigables con el medio, es un aporte positivo del agroturismo a las áreas rurales.
Las áreas rurales brindan la oportunidad para que a través de la observación, o bien de la participación directa del visitante en las actividades del campo, éste aprecie en forma directa y tome conciencia del valor del campo, y aprenda la necesidad de la conservación de los recursos naturales que en la vida cotidiana se consideran ilimitados.
En la actualidad la gran mayoría de estos recursos: agua, aire, suelo, flora y fauna han dejado de pensarse como ilimitados; transmitir al visitante el adecuado uso de los recursos y su cuidado será una contribución de las actividades del agroturismo a la educación ambiental del visitante, especialmente útil si los grupos están compuestos por niños y jóvenes, los cuales aprovecharán esta oportunidad para internalizar el concepto de agricultura sostenible y sustentable.