Lugares de serenidad, esparcimiento, recreación, unión y compartir que hoy en día representan espacios de inseguridad, ocio y vandalismo. Ese es el caso de innumerables plazas en la ciudad de Barquisimeto, que sucumben ante la anarquía de algunos que muestran indolencia ante el patrimonio urbano.
Estos espacios, además de condecorar la labor de un prócer, actúan como espacios vitales que promueven el sano disfrute familiar y la oxigenación del entorno, debido a su abundante cantidad de árboles y plantas.
Asimismo, representan la libertad de transitar por un lugar sin restricciones de ningún tipo y la agradable sensibilidad de la retina por su belleza y confort.
Sustitución por centros comerciales
Sin embargo, estos lugares progresivamente han sido sustituidos por los centros comerciales y espacios de recreación privados, explica la arquitecto Claudia Rodríguez.
“Hoy en día las personas prefieren ir a un centro comercial en lugar de estar en un plaza pública, por cuanto son espacios que garantizan la seguridad y mantienen un orden adecuado al esparcimiento”.
Rodríguez, quien también es profesora de la Universidad Central de Venezuela, afirma que las autoridades municipales no han prestado la debida atención al mantenimiento de las plazas, en consecuencia se generan situaciones ilícitas como la distribución de estupefacientes y el vandalismo.
También, atribuye la responsabilidad de los hechos a los ciudadanos, quienes considera que desconocen el sentido de identidad con el patrimonio ciudadano.
“El ciudadano debe comprender que estas estructuras son pagadas con los impuestos de todos. Debe identificarse con el espacio para que lo haga sentir propio”.
Desconocimiento de las ordenanzas
En este sentido, Rodríguez manifestó que los ciudadanos desconocen las leyes municipales que condenan el vandalismo, por cuanto el Estado no las hace cumplir. “El trabajo debe comenzar desde las escuelas y los niños recibir la instrucción necesaria sobre los valores ciudadanos y públicos. Las universidades deben capacitar brigadas de conciencia en distintos puntos de la ciudad. Esto sucede de este a oeste”. finalizó
Reflexión social
Entre tanto, el profesor y sociólogo, Nelson Fréitez, explicó el motivo de la conducta vandálica en los ciudadanos. De acuerdo con su criterio, la ciudad debe entrar en profunda reflexión social de sus acciones.
El espacio público tiene un punto a favor: la convivencia social por la igualdad de condiciones en el disfrute de un recinto. Al mismo tiempo hizo énfasis en la falta de mantenimiento preventivo por parte de organismos municipales.
“El espacio público acusa la negligencia e indiferencia. En primer lugar, un deterioro significativo de su estructura por el olvido de la alcaldía y también por la falta de formación en nuestros ciudadanos”.
Fréitez explicó que debido a la bonanza petrolera, los ciudadanos no reconocieron el cambio de pueblerinos a citadinos.
“Es un punto histórico de gran relevancia, Venezuela dejó de ser un pueblo para conformar ciudades en menos de 30 años. En consecuencia, el ciudadano no aceptó tal cambio tan significativo, incluso no comprendió el respeto al patrimonio público”.
En conclusión, el juicio de valor de estos expertos coincide en el aprendizaje de elementos de contención en comportamientos de personas con actitudes vandálicas. Asimismo alegaron su profunda preocupación por la pérdida de espacios que enaltecen tanto la belleza como el valor del barquisimetano.
