“Antes de 1980 en Venezuela no se hablaba de crisis económica, comenzando en ese año las debacles de la actualidad”, afirmó el economista y profesor universitario Gerardo Álvarez en la reunión del directorio de Fedecámaras Lara celebrada este miércoles en la capital del municipio Torres.
Allí, además del presidente del organismo empresarial en Lara, Alberto Gámez y el de Torres, Fernando Alejos, estuvieron presentes representantes de diferentes sectores del municipio.
Gámez calificó de importante la reunión con entes empresariales de Torres al considerar que debe haber más unión entre ellos ya que hasta ahora han sido muy cautos.
“Pero ya el empresario se está dando cuenta que no podemos seguir simplemente a la expectativa, que también tenemos que ir a la ofensiva.
También dijo que Lara es una referencia nacional por diferentes circunstancias y se está viendo que las expectativas no son muy buenas, “pero seguimos trabajando por el norte, como le decimos al gobierno, que no queremos ser gobierno, pero que ellos tampoco pretendan ser empresarios; para eso estamos nosotros que somos gerentes, exitosos”.
El coronel José Maldonado Dupuy, presidente de Fundapyme, hizo una amplia exposición en la que se refirió a los niveles de corrupción a nivel oficial, que calificó de altísimos y a las dificultades de los empresarios venezolanos para competir con los importadores, además de la existencia de inseguridad jurídica por las expropiaciones, que son un dolor de cab eza, además de ser el nuestro el único país donde se expropia pero no se paga.
El economista Álvarez, en su exposición, dijo que es necesario aplicar políticas monetarias antisísmicas.
Enfatizó que existe una manipulación de la oferta monetaria porque se inyectan 900 mil millones al Estado, pero no es dinero productivo, que cree fuentes de trabajo.
“Y como vienen otras elecciones seguirá inyectando dinero”.
También consideró que el gobierno debe hacer un mejor uso de las reservas internacionales, que han caído a 23 millones en el 2013.
Denunció un incremento irracional del gasto público y un pretendido aumento en los impuestos y puso como ejemplo que en el 2011 se gastaron diez mil millones de dólares en armamento y en el presupuesto de este año aparecen cinco mil millones de bolívares para vestidos y calzados del Presidente.
Calificó al Estado venezolano en un socio indeseable para las empresas venezolanas.
Recordó que Venezuela tiene la inflación más alta de América Latina y el 70% de la población apenas gana dos salarios mínimos y el 40% de las empresas manufactureras ha cerrado.
No cree que se aplique otra devaluación este año por las elecciones municipales, pero sí en enero, aunque calificó el SICAD como una devaluación disfrazada.
En la reunión también intervinieron el vicepresidente del Colegio de Ingenieros, Luis Vásquez Corro y el presidente de Proinlara, Lino Bracho.
El primero habló de la crisis eléctrica y el segundo llamó al empresariado a no hacer políticas partidistas y a tener confianza en Dios, ellos mismos y en el país, además de no incentivar la salida al exterior de los jóvenes talentos.
