El municipio Palavecino demanda la instalación de unos seis mil bombillos, según fuente de Corpoelec.
El exalcalde Richard Coroba, en su momento, declaró en el marco de la Misión Luciérnaga, que “en la jurisdicción hacen falta más de cuatro mil luminarias”.
Pero pasaron los años y el escenario se agravó quedando en la completa sombra de la noche las principales arterias viales de la entidad local.
En total oscuridad están más de seis corredores viales situación que ha contribuido dramáticamente al incremento de hechos delictivos como robo a mano armada, secuestros, siniestros y pare de contar.
El ingeniero Manuel Cols, director general de la Alcaldía de Palavecino, subrayó que desde la llegada del alcalde José Barreras “hemos restituido la iluminación en 900 postes y en una alta proporción, cambiando toda la unidad: bombillo, brazo, célula fotoeléctrica, plafón”, precisó el funcionario.
Oscurana en calles y avenidas
El drama inicia al caer la tarde y la avenida Intercomunal Barquisimeto Cabudare queda sumergida en la oscuridad.
Las tinieblas comienzan desde el puente de Santa Rosa a través de un kilómetro y medio hasta la entrada a Cabudare.
Desde ese punto hay iluminación por sectores hasta La Mora, en donde los vehículos entran nuevamente a la sombra hasta La Piedad.
Pero resulta que este importante corredor no es el único sumergido en penumbras, también nos encontramos con la avenida El Placer que, en varias secciones, únicamente a la luz de la luna, cuando hay, por supuesto.
El angustiante recorrido para los usuarios de esta vía inicia en el Distribuidor Tarabana hasta el Distribuidor Valle Hondo, tramo en donde además de la oscuridad tiene un marcado déficit de 27 postes de doble luminaria.
Desde Valle Hondo, pasando por El Recreo, El Trigal hasta llegar al caserío El Placer, la avenida exhibe la sorprendente sensación de estar en una gran cueva prehistórica: lúgubre y expectante.
Las avenidas La Montañita, desde el Hospital Internacional en la intersección de la intercomunal hasta La Morenera, alargándose desde allí hasta El Amanecer.
La Ribereña presenta el mismo escenario, oscuridad desde el Distribuidor Jirahara hasta la Redoma de Agua Viva, son vías en donde los usuarios transitan bajo su propio riesgo, pues las luminarias están de adorno.
Y ni hablar de las calles internas de los centros cívicos de Cabudare, Agua Viva y Los Rastrojos, en completa tiniebla, escenario, repetimos, perfecto para cometer todo tipo de crímenes.
Ante la grave situación, habitantes de la capital palavecinense se quejan constantemente, anotando en las redes sociales que la vergonzosa realidad es de vieja data y que pareciera no preocupar a los responsables de una ciudad en penumbra cuando cae la noche.
