La mayoría de los estudiantes de los últimos años de educación media general y media técnica del país desconocen cuál es la oferta académica de las universidades. Solo un 7% de los bachilleres egresados se inscriben en una institución de educación superior y, muchos, al momento de seleccionar una carrera, se basan en la experiencia de sus padres o de algún familiar.
Tal realidad ha sido constatada en varios estudios, entre ellos el realizado por la ingeniero Ivory García Marín, de la mano con la Universidad Yacambú (UNY), entre los años 2012 y 2014.
Los resultados del proyecto de mercadeo institucional, realizado en 50 instituciones públicas y privadas, confirmaron la necesidad de información que tienen los estudiantes sobre la vida universitaria. Se trata de una iniciativa mediante la cual se estableció contacto con 3.000 jóvenes y es digna de ser replicada por parte de otras universidades, porque además de rendir frutos a la propia institución significa un trabajo de gran impacto social que contribuye a frenar la deserción escolar, mediante el contacto directo con las instituciones de educación media.
“A los 16 años muchos jóvenes se ven en la obligación de trabajar para ayudar a sus familias, por eso al concluir el bachillerato abandonan sus estudios. Pero, cuando conocen la oferta académica y la flexibilidad de horarios que ofrecen muchas universidades, aumenta su motivación”, explica García, quien es magíster en Administración de Empresas y especialista en Mercadeo.
“Al brindarles alternativas e información sobre la vida universitaria se abren las oportunidades. Cuando conocen un poco sobre el funcionamiento de las universidades y sobre la posibilidad de cursar estudios a distancia, de forma virtual, los jóvenes se animan y comprenden que pueden alternar sus estudios con el trabajo”, acota.
Durante tres años la UNY realizó visitas de mercadeo directo a planteles de los estados Lara, Portuguesa, Carabobo, Barinas y Cojedes. Se realizaron actividades motivacionales con estudiantes de cuarto y quinto año de bachillerato.
“Realizamos actividades socioculturales que consistían en una charla sobre la institución y su oferta académica; también, se proyectaba un video institucional, acompañado de información sobre las carreras universitarias, lo que permitía que cada uno de los jóvenes se identificara con algún perfil académico”.
Al final de cada actividad, los jóvenes llenaban una encuesta en la que describían sus preferencias académicas y su disposición de continuar o no sus estudios.
Según García, la mayoría de las chicas se inclina hacia la carrera de psicología, porque consideran que obtendrán herramientas para ayudar al prójimo, mientras que los chicos prefieren la ingeniería o el área de la criminología.
El objetivo de este tipo de proyecto sociales es hacer que los estudiantes de bachillerato tengan presente a la universidad como una opción de vida.
