El merideño José Alarcón, defensor de los colores de Lotería del Táchira, no dejó ninguna brecha en la trepada hasta Santo Domingo en su estado natal para seguir con la casaca de líder de la 52 edición de la Vuelta a Venezuela, cumplida la quinta fracción, dominada por el ecuatoriano Byron Guama, quien en los 214 kilómetros de recorrido dejó un guarismo oficial de cinco horas, 59 minutos y 27 segundos, el mismo crono que registraron Jonathan Salinas y Luis Díaz. José Mendoza, fue el cuarto en la raya con tres segundos de retraso y el quinto Alarcón, distanciado a seis segundos de Guama.
Alarcón adiciona ahora un tiempo global de 18 horas, 56 minutos y 32 segundos para ser la referencia en el casillero general individual, arriba de Luis Díaz, quien está distanciado por apenas 31 segundos y luego, a 1:18, Jonathan Salinas, campeón en defensa.
La quinta jornada inició en Guanare y permitió fugas hasta de casi ocho minutos, al igual que varias caídas, entre ellas las de Carlos Galvis, quien debió retirarse de la cita al sufrir fractura de la clavícula. El oriundo de Santa del Táchira estaba llamado a ser el rival más fuerte de los loteros en la dura trepada hasta Santo Domingo. El chileno Cristofer Mansilla fue uno de quien más se benefició en la fuga principal al barrer con los premios intermedios y así colocarse a la vanguardia en la modalidad de los sprints.
También se produjo el retiro de José Rujano, quien desde la tercera etapa sufría de dolores estomacales que se hicieron intensos con el transcurrir de las etapas. En la jornada desde La Guaira hasta la Colonia Tovar, el merideño perdió poco más de 30 minutos para quedar relegado de cualquier posibilidad de triunfo en el giro nacional.
La sexta jornada tendrá salida en la ciudad de Santo Domingo, ascenso en los kilómetros iniciales, para luego encarar el descenso hasta Barinitas, seguir a la llanura de Barinas y concluir en la calurosa Guanare y completar así el trazado pautado de 146 kilómetros de acuerdo a la carta de rutas, fracción que estará adornada por puertos montañosos de bajo calibre y los acostumbrados remates intermedios.
