#RevistaGala José Antonio Abreu: Maestro de luz y esperanza

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Querido y admirado por todo un país, José Antonio Abreu es maestro entre maestros, un ícono invaluable de la cultura nacional y el hombre que ha sabido enaltecer, entre melodías y un sutil movimiento de batuta, el tricolor criollo más allá de nuestras fronteras, llevando un mensaje de paz, esperanza y optimismo a todo un universo que logró contagiar con su incansable espíritu de lucha, un mundo que hoy lo apoya en su firme creencia que asegura que, con tan sólo un poco de buena voluntad, se puede combatir la pobreza, la delincuencia y el ocio

Aunque es mundialmente conocido por ser uno de los seres humanos más maravillosos que ha parido esta tierra, José Antonio Abreu es, además de un músico de virtuosas cualidades, un economista Summa Cum Laude, político desinteresado, activista incansable y educador de los buenos, un hombre que se entregó en cuerpo y alma a un proyecto llamado “El Sistema” que floreció cual hermoso rosal, repartiendo sus frutos de amor, esperanza y educación por el mundo entero, idea que se gestó en el bondadoso corazón del Maestro sin imaginar siquiera que, años después, se convertiría en una suerte de salvavidas que rescataría a centenas de niños de las temibles garras de la marginalidad y el ocio.

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Así, han pasado varias décadas desde que el nombre de José Antonio Abreu comenzó no sólo a retumbar en cada rincón del país, sino también a contagiar de dicha, vientos de cambio y optimismo la vida de millones de familias venezolanas que tuvieron la suerte de ser tocadas con la varita mágica de la nobleza de uno de los hacedores de arte más fervientes de Venezuela, un filántropo por convicción que invadió con su arrolladora pasión los núcleos orquestales del país, revolucionando todo aquello que tuviese que ver con la música, los conciertos, la instrumentación clásica y los escenarios criollos, convirtiéndose así, un simple nombre, en luz al final del túnel, en el motor que hizo tambalear los cimientos de la cultura nacional, una bendición hecha hombre que llegó, cual regalo divino, para inundar de esperanza la vida de muchos.

Es por esto que hoy, a través de estas líneas, queremos invitarlos a unirse a ese sentimiento de orgullo que, como venezolanos, debería fortalecernos, ese gracias al cual celebramos la vida y aplaudimos la obra de uno de los hijos prodigios más maravillosos, valientes, humildes y tenaces de esta tierra, un ser humano excepcional que luchó contra vientos, mareas, tendencias políticas, crisis económicas y conflictos sociales, hasta ver convertido en realidad ese sueño que alguna vez tuvo, ese en el que la frase “no se puede” jamás hizo acto de presencia, pues su sencillez, amabilidad y gallardía lucharon a capa y espada hasta vencer cualquier obstáculo que se atreviera a interrumpir su camino, un amante perdido de Venezuela cuyo pecho se hincha de tanto sentimiento nacionalista que hoy ve con orgullo los frutos de su esfuerzo, un milagro que latente que salva a niños y jóvenes para izarlos hasta la cúspide de sus capacidades.

El Sistema…

En 1975, José Antonio Abreu, desbordante de optimismo, voluntad y espíritu de lucha, decidió fundar -y dirigir- la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil y la Fundación del Estado para el Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, una gran familia que, actualmente,  acoge, instruye y curte un aproximado de 500 mil jóvenes músicos, un innovador método de educación en el que la música es la principal vía para el mejoramiento social e intelectual, un sistema que, además, se convirtió en ejemplo a seguir para otros países de América, el Caribe y Europa.

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Así, como bien ha dicho en infinidad de entrevistas, el Maestro Abreu asegura que “El Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles es la dimensión ideal de Venezuela. Desde el principio vi en las orquestas la más hermosa expresión de unidad nacional. Vi una Venezuela pujante, llena de voluntades y de esfuerzos por conseguir lo que se quiere. Vi una Venezuela orgullosa de sus músicos que triunfan y se destacan al más alto nivel mundial”, frase célebre que ha recorrido el mundo y que, día a día, nos invita a “Tocar y Luchar” por la salvación de nuestro país y de la juventud venezolana.

Entre premios y honores

– En 1979, José Antonio Abreu recibió el Premio Nacional de Música por su trabajo en El Sistema.

– En 1995, la UNESCO nombró a Abreu Embajador en Misión Especial para el Desarrollo de una Red Global de Orquestas Juveniles e Infantiles y Coros.

– En 1998, la UNESCO vuelve a premiar la labor del Maestro  designándolo Embajador de Buena Voluntad.

– En el 2001, fue honrado con un premio Right Livelihood Award.

– En el 2004, fue galardonado con el World Culture Open Creative Arts Award.

– En el 2007, Japón le otorgó la Orden del Sol Naciente del Gran Cordón.

– En el 2008, recibió el Premio Glenn Gould en Canadá, el Premio Internacional Puccini en Italia, fue nombrado miembro honorario de la Royal Philharmonic Society en el Reino Unido, el Premio de Derechos Humanos B’nai B’rith, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y la Sociedad de la Beethoven-Haus en Alemania.

– En el 2009, recibió el Premio Cristal del Foro Económico Mundial, el premio TED y el Premio de Música Polar, otorgado por la Real Academia Sueca de Música.

– En el 2010, fue galardonado con el Premio Erasmus.

– En el 2012, recibió el Doctorado Honoris causa por el Instituto de Educación de la Universidad de Londres y el de la Universidad de Carleton.

– En el 2013, fue honrado con el premio Trebbia y la Ordem Nacional do Cruceiro do Sul, otorgada por Brasil.

– En el 2014, la Universidad de Notre Dame le confiere el Doctorado Honoris causa con la distinción de «Servicio Público en Latinoamérica», así mismo La Escuela de Música de Longy del Bard College, de Nueva York, le otorga un reconocimiento con la mención Letras Humanas.

“Tocar y luchar. Dos verbos que se convirtieron en el lema de El Sistema, palabras que invitan a la perseverancia, a la persecución de los sueños, a creer que la música sana y fortalece, dos expresiones que, en resumidas cuentas, se traducen en fe”

“Venezuela tiene que ser una gran empresa de educación. A través de una educación sabia, avanzada, profunda y consciente de sus principios, de sus contenidos y de sus propósitos, el país encontrará su camino”

“La música transforma la adversidad en esperanza y el reto en realización, ella  despierta en mí sensibilidades, sueños, nostalgias e ilusiones, es mi motor y la energía que requiero para vivir a plenitud. Sin la música, la vida sería un desierto”

 

 

 

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