Hacer contacto visual por más de 7 segundos, algo que no somos capaces de hacer más
» Hoy algunos empleados prefieren participar en una reunión de trabajo en teleconferencia aún si la reunión es a pocos metros de su puesto de trabajo», Dana Brownlee, fundadora de Asuntos Profesionales, empresa de entrenamiento para gerentes en Atlanta.
Smartphone y tablet están cambiando nuestras conversaciones.
Es la enésima metamorfosis socio-colectiva en la era de los Smartphone: mirarse a los ojos se ha convertido en un arte en vía de extinción. El primero en lanzar la alarma fue el Wall Street Journal, según la cual, el tiempo empleado por una persona adulta para ver directamente a los ojos de su interlocutor -el llamado contacto visual- ha descendido al 30-60 por ciento, mientras lo ideal para crear un sentido de conexión emotiva debería ser del 60 al 70 por ciento.
El cálculo fue elaborado por Quantified Impressions, una empresa texana que analiza la comunicación, estudiando los hábitos de tres mil candidatos mientras hablaban cara a cara o en situación de grupo. ¿Cómo se explica esta tendencia que está contagiando un poco a todos, a menudo con consecuencias perjudiciales no solo en las relaciones interpersonales y familiares sino también en aquellas laborales? » Una barrera para el contacto visual duradero, son indudablemente artículos como los teléfonos celulares que consienten las multitareas» explica al Wall Street Journal, el presidente de Quantified, Noah Zandan, » en el grupo de edades entre los veinte y treinta años, es culturalmente aceptable hablar al teléfono y controlar los resultados de una partida de cualquier deporte en la cena».
Un estudio publicado en el 2013 por la revista Computers in Human Behavior ha identificado una de las causas de la siempre menor intensidad de verse a los ojos en el Fomo (el miedo de perderse) o el temor de perder las oportunidades sociales. «Para ciertos individuos», explican los autores del estudio, «concentrarse en un solo sujeto pone el riesgo de no poder tomar otra oportunidad, tal vez mejor que la precedente».
La tendencia al teletrabajo, por otra parte, ha habituado a muchas personas a hablar sin necesidad de mirar a la cara del interlocutor. Una práctica que ha profundamente transformado nuestro modo de comunicarnos.
Pero, aunque está siempre más en desuso, el contacto visual permanece muy importante para influenciar el flujo de un discurso. «Mirar un colega mientras habla transmite confianza y respeto, escribe a El Wall Street Journal, «dirigir los ojos sobre un adversario durante una discusión da a entender que no existe ninguna intención de ceder terreno».
Y es además un índice de estatus social: según una investigación del 2009, gerentes al vértice de una empresa o de una institución tienden a mirar la gente con quien trabajan más de sus empleados. No por casualidad los jefes malos se juzgan también por esto «Tener los ojos pegados al celular durante una reunión es equivalente de no estar» afirma Suzanne Bates, autora del libro Hablar como un Jefe, que suministra consultarla a los Gerentes Smartphone dependiente. «El jefe que se comporta así lanza a los empleados un claro mensaje, recalca Bates, «Estoy demasiado ocupado para usted, ya que usted no es lo suficientemente importante como para merecer mi atención».
Pero si se mira lejos en primer lugar, se marca como señal de nerviosismo, escaso conocimiento del sujeto, inseguridad y falta de fiabilidad, también demasiado paralizado. «Un contacto visual de más de 10 segundos puede parecer agresivo, emotivamente vacío o escasamente auténtico, explica Ben Decker, Presidente de la Decker Communications de San Francisco, «en un contexto social manda la señal de un interés romántico o también es simplemente inquietante».
Entonces, ¿cuál es la durada ideal? «Mirar el interlocutor a los ojos por siete a diez segundos a la vez en el curso de una conversación cara a cara y de tres a cinco segundos en una discusión de grupo».
Definitivamente, a los neófitos se les aconseja de ejercitarse, primero, delante de un espejo.
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