Misericordia

-

- Publicidad -

Lo ocurrido en Caracas el pasado jueves 1° es de enorme importancia. Allí estuve, como era mi deber ciudadano. Trabajando, junto a millones de venezolanos, por ese cambio pacífico, democrático, constitucional y electoral que necesitamos y nos merecemos. Pero hoy quiero hablarles de otra cosa, cuya trascendencia está en otro plano de la vida.

“Donde quiera que haya cristianos, cualquier debería encontrar un oasis de misericordia”, lo dijo el Papa Francisco que ha declarado, desde fines de 2015 hasta noviembre de éste, el Año de la Misericordia. Con tal motivo se ha reunido en Bogotá, el encuentro del Jubileo Extraordinario de la Misericordia en el Continente Americano, donde cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y laicos desde el Ártico hasta la Antártida, nos congregamos para celebrar, compartir y reflexionar juntos sobre esta virtud humana, natural consecuencia del amor y la conciencia de la propia falibilidad, y que es reflejo de la Divina misericordia de Aquel que siempre está dispuesto a comprender y a perdonar. Infinitamente justo e infinitamente misericordioso, como hemos aprendido.

- Publicidad -

Una experiencia conmovedora fue para mí participar, entre el 26 y el 30 de agosto, de esta celebración continental. Espiritualmente enriquecedora y, por eso mismo, humanamente fortalecedora, pues el espíritu es, como el cuerpo y la mente, elemento integrante de nuestra condición humana. Rasgo distintivo de nuestra naturaleza. Y si bien es cierto que, como es lógico, la médula del evento tenía una perspectiva católica, también lo es que nos prepara para servir mejor a todos, creyentes de cualquier religión y no creyentes.

El que se realizara en la capital de Colombia y coincidiera con la ola de esperanza que invade a ese pueblo hermano luego de los acuerdos de paz entre el Gobierno y las FARC, y el cese al fuego definitivo a partir del primer minuto del lunes 29, es una coincidencia feliz, porque nos permitió compartir aquella atmósfera y palpar la mezcla del optimismo de la mayoría y las dudas que un sector importante de la población siente ante el crucial paso que se ha dado. Los que desde Venezuela deseamos el bien para Colombia, queremos fervientemente que la paz acordada pueda construirse con éxito, y que sus beneficios se hagan sentir positivamente de este lado de la frontera.

El Presidente Juan Manuel Santos, quien habló en la instalación del encuentro continental, dijo que no estábamos simplemente en una época de cambios, sino en un cambio de época. Que la unidad sin diversidad es tiranía y la diversidad sin unidad, anarquía. Y que todos tenemos que aprender a perdonar, porque el perdón libera. Los pilares del encuentro con un futuro promisor de libertad, paz y convivencia en el progreso y la justicia, están en la memoria, el coraje y la esperanza. Vale para Colombia. Vale para Venezuela. Vale para la humanidad en cualquier parte del mundo.

El Cardenal Arzobispo de Caracas Jorge Urosa Savino, el Arzobispo de Cumaná y Presidente de la CEV Diego Padrón, los obispos de Barinas, San Cristóbal, La Guaira y el Auxiliar de Caracas, respectivamente Azuaje, Moronta, Biord Castillo y González Zárate, y laicos del centro, el Oriente y el Occidente, entre ellos el barquisimetano que esto escribe, fuimos desde nuestro país, participantes y testigos de este acontecimiento, y recibimos la cálida solidaridad, la fraterna preocupación y esperanza de todos, por la suerte de Venezuela.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -