El sesgo ideológico es una de las características de esta propuesta que está latente en el nuevo año escolar para la educación media, así lo aseguró Carlos Giménez Lizardo, docente en diferentes planteles. El mismo señaló que con el diseño pretende sobreponer lo ideológico por encima de lo pedagógico, perjudicando así al futuro del país: los jóvenes.
Una imposición además parecer ser esta pretensión del Ministerio de Educación, pues según Giménez “ellos dicen que han consultado, pero no se sabe a quienes” dijo a la vez que agregó que se pretende estar en el siglo XIX, debido a que se hace énfasis en inculcar la historia de una manera acorde al beneficio del actual gobierno.
“Hablan en términos militares como si se tratara de una batalla. No hay planteamientos según las corrientes pedagógicas”, el especialista aseveró que hay una gran cantidad de consignas en el nuevo diseño que deja poco a la crítica y más a la imposición de pensamientos.
Asimismo rechaza el hecho de que en el país no existan políticas escolares, sino programas los cuales son ejecutados como una emergencia. A su vez se refirió al hecho de que el mayor logro de las propuestas educativas del gobierno sea la Colección Bicentenario, una serie de libros que a su parecer “quedaron en el pasado, ya no se educa con textos”.
Para Giménez es de suma importancia el hecho de que la sociedad se pronuncie al respecto, pues es un tema que ya se ha presentado en distintos ámbitos y se ha recibido cierto rechazo.
Algo que preocupa a los representantes, además de lo ideológico, es la reducción de horas en materias de suma importancia como biología, física, químicas y ciencias de la tierra; estas cuatro estarán agrupadas en un solo bloque de 6 horas por semana, según lo explicó la docente Yolanda Aris, quien señaló que anteriormente dichas horas se invertían incluso en una sola de estas asignaturas.
Aris dijo que se van a integrar temas con otros y se supone que si esto se hace debe ser con puntos similares que sirvan de apoyo entre ambos, sin embargo pretenden hacerlo sin orden alguno.
“En el nuevo currículo hablan de producción de bienes y servicios, colocando como ejemplo la costura y confección, pero ¿en dónde están las máquinas de coser? ¿Quién impartirá esto? ¿Se le pagará a esta persona?”, aseveró la educadora quien consideró que se están dejando cabos sueltos simplemente por dedicarse a implantar una ideología.
Para los especialistas el modelo que se propone no está dando las herramientas para que pueda competir en el mundo real, parte de esto es que se pretenda volver al pasado con la siembra buscando resolver las políticas erradas a nivel económico y no ir en búsqueda de educar en cuanto a la evolución científica y tecnológica del siglo XXI.
