Los trabajos que he venido publicando en mi columna: Lectura, tienen como denominación general: “Física de la energía”; y se ocupa de ventilar fenómenos naturales como la energía, su velocidad, la luz, fenómenos que a mí juicio, no habían sido abordado en profundidad, hasta entonces. Descubrirnos que en el funcionamiento del sistema solar, faltaba su explicación; sustentaba la impresión de que la ciencia había dado un salto después de presentárnoslo, porque se dedicó a revelarnos el Universo.
Con toda voluntad, me ocupé de la investigación a fondo y pormenorizada del sistema solar, que a mi entender nadie hasta el presente lo había hecho.
Este trabajo no es fruto de improvisaciones, es el resultado de la tesonera recopilación científica, de abundantes análisis, de la desmedida recopilación de información actualizada del funcionamiento del sistema solar que hubo de extenderse con urgente necesidad hasta el Universo. De modo que todo
lo difundido cuenta con toda la veracidad de lo real.
Se creía de modo general que el espacio estaba vacío porque los cuerpos ponderables parecieran que flotaran en él. Pero el espacio del universo comprobamos está lleno de energía. Esa energía es producida por las estrellas. Existen en el Universo millones de millones de estrellas, agrupadas en su gran mayoría en sistemas galácticos. Es una energía neutral que produce en el espacio el estado de neutralidad que se manifiesta en la ingravidez o imponderabilidad. El Universo se divide, según esto, en dos estados: el estado imponderable del espacio y el estado ponderable de la materia de los cuerpos ponderables.
Me sorprendió que comprobara tantos descubrimientos como la ingravidez del espacio, como la ponderabilidad de la materia. Descubrimos qué siendo una la energía, funcionara con estados opuestos e independientes. Encontramos que la energía al incorporarse a la materia asume una escisión y se polariza. Se hubo de comprobar también que la energía del espacio era neutra e imponderable. Asumimos como evidencia que el fenómeno de la ingravidez en el espacio es originada por la neutralidad; y el fenómeno de la gravidez en la materia es originada, igualmente por la energía polarizada.
Se deja constancia que la luz es puntual, no es cierto que sea móvil, que tenga la misma velocidad de la energía. De los trabajos acerca del electromagnetismo del propio Maxwell, hemos obtenido la velocidad de la energía que confunde con la velocidad de la luz. Confirmamos con ello que la velocidad de 300.000 km/s es de la energía; los hechos reales lo confirman. Einstein asume el descubrimiento de Faraday, de que no existen “acciones a distancia” entre los cuerpos ponderables. Los resultados están a la vista de mis lectores, agudos críticos. El trabajo concienzudo nos condujo a conocer aspectos que estuvieron mucho tiempo sin revelársenos.
Carlos Mujica
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