Al mismo tiempo que se han intensificado las acciones represivas de la Guardia Nacional y la Policía Nacional Bolivariana, además de las actuaciones irregulares de los grupos paramilitares de los colectivos, el Gobierno y dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela, están anunciando programas de armamentismo en la población afecta al oficialismo, lo que indica claramente que no les tiembla el pulso para preparar masacres en gran escala.
Al hacer tal declaración Simón Yústiz, ex diputado del extinto Congreso Nacional y ex secretario general de la Federación Campesina de Venezuela, manifiesta que cada día tiene que haber mayor preocupación en la población porque desde que se acabaron las montoneras, el país, salvo en los tiempos de la guerrilla de los años sesenta, había vivido en paz hasta que se presentaron las situaciones de represión y ataques despiados a manifestantes que han tomado las calles de las principales ciudades del país.
La declaración del diputado Pedro Carreño de que ya están preparando armar a la militancia del PSUV y el anuncio del Presidente Nicolás Maduro de armar de inmediato a quinientos mil milicianos con igual número de fusiles, pero con la meta de llegar a un millón de sujetos civiles armados, indica claramente que este régimen no sólo está contraviniendo las disposiciones de la Constitución que establece la celebración de elecciones en períodos determinados, sino que ya ha decidido permanecer en el poder por la vía armada.
Ya existe una deshumanización y pérdida de valores esenciales, afirmó. Llama la atención que una dirigente del PSUV en Morán encendiera el odio de sus partidarios para que dispararan contra manifestantes de la oposición y uno de sus hijos haya sido abatido por sus propios compañeros.
Los militares que deben apegarse al texto constitucional y por tanto entender que el artículo 68 permite a todos los ciudadanos manifestar pacíficamente y sin armas.
Ha llegado el momento de la sensatez y de la cordura, dijo Yústiz. El armamento de 500 mil milicianos no es para enfrentar a un enemigo externo, sino al propio pueblo, del cual forman parte militantes del PSUV y los militares. Éstos son los que legalmente tienen el uso de las armas para defender a Venezuela. No puede ser bueno un Gobierno que atenta contra su población.
