José Toro Hardy: La destrucción masiva de la industria petrolera también destruyó el país #12Nov

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Que Nicolás Maduro haya dicho que ya Venezuela no dependerá del petróleo, no es una declaración sorpresiva sino el resultado de la destrucción masiva de la industria petrolera, que también destruyó el país, expresó a Elimpulso.com, el doctor José Toro Hardy.

El ex directivo de la empresa Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) recordó que cuando Hugo Chávez asumió el poder, el Estado venezolano ya había suscrito acuerdos para lograr aumentar su producción petrolera a más de 5 millones de barriles de crudo por día, pero hoy apenas se producen 500 mil barriles. Y, por supuesto, las dificultades de las refinerías impiden satisfacer las demandas de combustible que requiere el consumo nacional.

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¿Cuál es la situación real, en estos momentos, de PDVSA? ¿Está quebrada?

Las empresas del Estado no quiebran, están en una situación terrible. La empresa, al inicio del régimen de Hugo Chávez, estaba produciendo entre 3.300.000 y 3.400.000 barriles diarios de petróleo y que ya tenía los contratos suscritos a raíz de la apertura petrolera, para elevar la producción por encima de los 5 millones y medio de barriles por día. Era propietaria de Citgo, que abastecía el 10 por ciento del mercado interno de los Estados Unidos. Y de hecho era dueña de 22 refinerías en el mundo, parcial o totalmente. Suministraba petróleo y gasolina al Caribe. Lamentablemente, eso ya no existe.

PDVSA no puede abastecer el Caribe y ni siquiera el deprimido mercado doméstico por la crisis, ha perdido varias refinerías en los Estados Unidos y está en riesgo Citgo.

La producción ha caído a 500 mil barriles, de acuerdo con fuentes secundarias que citan a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que suministra las cifras de cada mes anterior.

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Y ha perdido lo más importante que puede tener una empresa: su personal capacitado. Sólo en el 2003 fue despedido el 50 por ciento, que fueron 20 mil personas, quienes en promedio tenían quince años de experiencia con lo cual se tiraron al cesto de la basura 300 mil años de experiencia y conocimientos. De ahí en adelante, PDVSA no volvió a ser lo mismo.

El mayor error es pensar que la riqueza de un país radica en lo que tiene en el subsuelo. Consiste en la capacitación de sus ciudadanos. En intempestivamente en un solo día fueron echados a la calle 20 mil de los más capaces trabajadores petroleros del mundo. Eso lo estamos pagando los venezolanos con pobreza, inflación y todos los males que afectan económicamente este país.

Doctor, el anuncio hecho por Maduro de que ya Venezuela no dependerá más del petróleo sino de la diversificación de la economía, ¿no es como el reflejo de la fábula de Esopo, la de la zorra y las uvas, porque ya es inalcanzable lograr lo que se perdió con PDVSA?

Ya no se va a poder contar con el petróleo porque fue destruida la industria petrolera. Esa es la realidad. Más allá de eso, ¿de qué vamos a depender? Dependeremos del esfuerzo de los venezolanos y de las inversiones que se podrían hacer con mucho trabajo, así como de la educación que seamos capaces de darle a nuestros ciudadanos, de los cuales, por cierto, 6 millones se fueron huyendo del país.

Si la mayoría de la mano de trabajo se halla afuera, ¿Cómo se puede recuperar un país como el nuestro? ¿Mediante bonos y una bolsa de comida proporcionados por el Estado?

Esos bonos no valen nada y lo que hacen es alimentar la inflación. La realidad es que como el Estado está depauperado, emite estos bonos sin respaldo. Por un lado,  proporciona bonos  a la población y por el otro lado, se los quita la inflación.

Insistiendo en el asunto, ¿Cómo puede vivir la gente con salarios tan bajos como los que paga la administración pública?

Se necesita un cambio radical de 180 grados en el modelo económico, para que el país avance y pueda comenzar, otra vez, a levantar cabeza.  Pero es imposible que se produzca ese cambio radical del modelo económico si no hay un cambio radical del modelo político.

¿Todavía no existe la posibilidad de que Venezuela pueda abastecer el mercado interno de gasolina?

No. Las refinerías grandes que tenemos en Venezuela están todas paralizadas o semi paralizadas. Viene produciendo espasmódicamente la de El Palito en cantidades muy inferiores a su capacidad de diseño.  

Cuando digo espasmódicamente es porque arranca, produce 25 mil barriles diarios y comienzan los problemas de las vibraciones en la planta de extracción catalítica, conatos de incendios o los derrames, y la tienen que parar. Eso mismo está pasando con Cardón y otras refinerías. Un poco más estable se encuentra Puerto La Cruz, pero trabajando en un porcentaje bajo de su capacidad, pero como las demás es imposible normalizar la situación. 

En general el asunto que se debe considerar es que las refinerías fueron diseñadas para trabajar una dieta de petróleo de determinadas características, que ya no producimos.

Ahora, la producción se concentra en los crudos extrapesados de la Faja del Orinoco, que no pueden ser procesados por nuestras refinerías. Entonces se está importando diluyentes, nafta y crudo liviano, todos los cuales se podían producir en Venezuela, pero ya no. Esos productos importados se mezclan con los extrapesados para lograr una mezcla que, por un lado, se pueda aceptar en los mercados internacionales y, por la otra,  sirva como dieta para procesar en las refinerías venezolanas.  Es por eso que no se puede lograr el rendimiento que antes había. No se tiene el personal, ni tiene las características del petróleo, ni tiene las refinerías en buen estado.

Entonces, aquella denuncia hecha por el régimen de que la refinería de Amuay había sido atacada con misiles, ¿fue una falsedad?

Por supuesto. Lo que ocurrió es que una de las plantas estalló por problemas de funcionamiento. Las refinerías son instalaciones muy peligrosas, por cuanto operan con una materia prima que por si es inflamable, tienen además diversas temperaturas y presiones. Si quienes operan esas plantas no tienen las condiciones adecuadas, inevitablemente, se corre el riesgo de que se produzcan situaciones como la mencionada.

Eso es lo mismo que ocurre con el Sistema Eléctrico Nacional, sobre el cual se sigue hablando de que es culpa de algunos animales o de unos supuestos sabotajes. El problema realmente es que no se cuenta con el personal apropiado ni se han hecho las necesarias  inversiones, ni el mantenimiento adecuado. 

Si ya no hay personal preparado para la industria petrolera y de los 6 millones que se han ido, apenas han regresado 27 mil desde el 2018 como ha dicho el régimen, ¿no cree que es difícil que esa gente, que ya tienen trabajo en el exterior, vuelva?

Por supuesto. Regresarán si aquí tienen oportunidad de volver a trabajar y el país sea como el que existía antes. De otra manera, es muy difícil que regresen. Fue un personal muy capacitado. Yo leí el otro día unas declaraciones  del ministro de Salud de Chile, que incluso hasta rabia me dio, en las que decía que el servicio sanitario había mejorado más del 40 por ciento en poco tiempo, atribuible esa mejoría a los medios venezolanos. Y me dio rabia porque, paralelamente, el servicio de salud en Venezuela se ha deteriorado considerablemente porque al personal preparado no se le ofrecen condiciones favorables para que apliquen sus conocimientos aquí, en su territorio.

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