La injustificada, brutal aunque no sorpresiva invasión de Rusia a Ucrania conmociona al planeta por la ferocidad del ataque y el coraje patriótico con el cual se defiende este país eslavo. A Venezuela este trágico episodio le afecta de manera directa porque Rusia convirtió a nuestra Republica en un enclave militar ultramarino, frente a la pasividad de la primera potencia armada del mundo como lo es Estados Unidos de América, la cual cada vez se muestra más impotente para defender sus intereses estratégicos en el mapamundi.
Rusia tomó el control de nuestro país mediante una triangulación con Cuba, un dinosaurio comunista que con todo y que el partido de Lenin dejó de existir hace décadas en la Federación Rusa y allí funciona un capitalismo primitivo , mantuvo estrecha relación cultural, económica, deportiva y militar a causa del aislamiento que le impusieron las democracias del hemisferio occidental.
De esta forma los venezolanos sufrimos lo peor de ambos países, de Cuba se copió el sistema comunista y de Rusia los esquemas de explotación económica donde no hay respeto por el hombre, el medio ambiente ni por alguna norma ética que represente una merma en las ganancias leoninas estimadas.
Esto lo podemos ver claramente al constatar como la Asamblea Nacional aprueba unas leyes comunales, que están aplicando gradualmente por regiones, y por otra se ha creado una burbuja consumista que no pasa del diez por ciento de la población pero que asegura altos dividendos para los grandes importadores. Vemos así el contraste, comunismo para los sectores clase media hacia abajo y capitalismo salvaje para un sector oficialista que maneja dólares.
Esta apariencia de normalidad no puede ocultar el drama del 90 por ciento de venezolanos que se encuentra en situación de pobreza, del cual 76 `por ciento lo padece en grado extremo. Esta es la realidad venezolana y sobre la cual se instaló un proceso de negociación en México para buscarle vías de solución. Con la invasión de Rusia a Ucrania este dialogo parece haber muerto de infarto fulminante porque Rusia acompañaba al régimen y Estados Unidos a través del Reino de los Países Bajos patrocinaba a la oposición democrática, todos estos enfrentados de manera dura y frontal ante la masacre que está cometiendo Rusia en el país vecino.
La pregunta es si se puede continuar la negociación iniciada en México sin la tutela internacional. En el Movimiento DECODE pensamos que sí y a este respecto produjimos un comunicado convocando a un entendimiento donde prive el espíritu nacionalista por encima de las diferencias pragmáticas. Ello parte por asumir que dentro del oficialismo hay sectores sensibles ante el drama nacional, civiles y militares que aun estando en el espacio político del régimen pueden accionar a favor de un acuerdo de salvación nacional.
Condición básica para activar esa contraparte es que del lado opositor haya interlocutores unidos y con objetivos comunes. Lamentablemente hay varias oposiciones, una que está en la plataforma y otra en la alianza, ambas se califican de democráticas pero la distancia entre ambas parece insalvable, Del lado de la plataforma tampoco hay unidad, al contrario hay dos grandes agendas que caminan en paralelo. Sobre este tema abundaremos en otro artículo, pero lo cierto es que luce difícil reanudar la mesa de negociación, en mucho por la invasión a Ucrania y en mucho más por la fragmentación opositora. Dentro de todo este desbarajuste una información nos consuela, en la Asamblea Nacional legítima al parecer se mantiene el compromiso unitario, ello nos lo dice el amigo Macario González quien preside la Comisión de Contraloría y pudo instalarla con participación plena de los once miembros, representantes de todos los partidos.
En resumen. Ucrania lo cambia todo pero todos los actores del mundo político nacional siguen actuando como si lo sucedido fuese solamente una noticia de televisión para comentar mientras continúan en sus lides proselitistas. Entonces es un reto replantear los esquemas estratégicos y operativos en concordancia con los nuevos escenarios. En el Movimiento DECODE nos ofrecemos como espacio de análisis y concertación, con el objeto de buscar las formulas unitarias que permitan mantener abiertas las puertas de la indispensable negociación para la salvación del país.
Jorge Rosell y Jorge Euclides Ramírez