Varias aceras y zonas viales de Barquisimeto presentan un evidente deterioro estructural como resultado de una inadecuada planificación en la siembra de árboles, según denuncias de expertos en urbanismo y medio ambiente.
La situación ha generado preocupación entre habitantes y especialistas, quienes advierten que estas fallas comprometen la seguridad peatonal y afectan la infraestructura urbana.
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Falta de estudios de impacto ambiental
El profesor Hildebrando Arangú, docente de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), explicó que los daños observados en diversas áreas de la ciudad responden a la ausencia de estudios de impacto ambiental adecuados durante la etapa de diseño urbano. “Se ha debido prever en la ingeniería de diseño la presencia de árboles y sus características florísticas: el tipo de copa, la altura, el diámetro del tronco, y especialmente el sistema radicular”, afirmó.
Arangú enfatizó que la elección de especies debe hacerse en función del entorno urbano, diferenciando entre árboles adecuados para plazas o áreas verdes amplias, y arbustos o especies de raíces menos agresivas para aceras y calles estrechas.
Instituciones responsables y procedimientos
El académico también detalló cuál es el procedimiento formal para la intervención, poda o tala de árboles que representen un riesgo. La autoridad competente para otorgar permisos es el Instituto Autónomo de Gestión Ambiental del Municipio Iribarren (IAGAMI), organismo encargado de regular y supervisar estas acciones.
En casos donde un árbol pueda representar una amenaza para la infraestructura, el sistema eléctrico o el suministro de agua, los ciudadanos deben acudir primero a Protección Civil, llevando documentación y material fotográfico que evidencie el peligro. “Una vez emitido el informe técnico por Protección Civil, se presenta ante la alcaldía para solicitar la autorización correspondiente”, explicó Arangú.
Además, cada tala autorizada debe ser compensada con la siembra de al menos diez nuevos árboles en zonas indicadas por las autoridades, en cumplimiento de las normativas ambientales locales.
Un llamado a la planificación ecológica y responsable
Para concluir, el profesor Arangú hizo un llamado a las autoridades municipales a promover una planificación más técnica y ecológica, incorporando especies que no solo se adapten a la infraestructura urbana, sino que también favorezcan la biodiversidad, especialmente fortaleciendo los hábitats de aves urbanas.
“Sembrar un árbol es una acción positiva solo si se hace con conciencia ambiental y conocimiento técnico. De lo contrario, puede generar más problemas que beneficios”, sentenció el experto.