La Embajada de los Estados Unidos en Venezuela levantó su voz para denunciar el recrudecimiento de la persecución judicial por parte del régimen de Nicolás Maduro, calificándola de «guerra jurídica«. Según el comunicado emitido la tarde de este viernes 23 de mayo, esta escalada tiene como objetivo «silenciar arbitrariamente a destacadas voces venezolanas» en un momento crucial, a pocos días de unas elecciones que, a juicio de la administración estadounidense, «no serán libres, justas ni transparentes«.
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Señalan que la administración de Donald Trump ha sido enfática en reiterar su compromiso de «exigir rendición de cuentas a los funcionarios del régimen involucrados en violaciones a los derechos humanos«. Asimismo, subraya su determinación de «garantizar que los Estados Unidos no contribuya, directa ni indirectamente, al financiamiento de una dictadura que colabora activamente con nuestros adversarios».
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Esta declaración subraya la preocupación de Washington por el deterioro del estado de derecho en Venezuela y la falta de garantías para un proceso electoral democrático. La postura de Estados Unidos se mantiene firme en su política de presión y condena contra las acciones de la administración de Maduro, enfocándose en la defensa de los derechos humanos y la promoción de la democracia en Venezuela.
