Las autoridades colombianas capturaron la noche del pasado sábado al presunto autor de los disparos que hirieron gravemente al senador Miguel Uribe Turbay, uno de los aspirantes presidenciales por el partido de derecha Centro Democrático, liderado históricamente por el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
El ataque, ocurrido en la localidad de Fontibón, al occidente de Bogotá, ha desatado una ola de reacciones oficiales en defensa de la democracia y la integridad de los líderes políticos del país.
Atentado en plena campaña presidencial
Uribe Turbay, actual senador y figura emergente del uribismo, fue víctima de un atentado a plena luz del día, mientras desarrollaba actividades proselitistas en la capital colombiana.
El político fue trasladado de urgencia a una clínica de Bogotá, donde permanece bajo estricta observación médica debido a la gravedad de sus heridas. El hecho ha generado alarma, especialmente por darse en un momento de efervescencia electoral y creciente polarización política.
«El senador Miguel Uribe está siendo atendido de urgencia, luego de ser víctima de un atentado en horas de la tarde en Fontibón. La persona que disparó fue capturada. Toda la red hospitalaria de Bogotá está en alerta en caso de requerir un traslado», informó el alcalde Carlos Fernando Galán, a través de su cuenta oficial en la red social X (antes Twitter), destacando la rápida actuación de las fuerzas del orden.
Rechazo oficial y defensa de la democracia
Ante la conmoción generada por el ataque, el Gobierno colombiano emitió un comunicado en el que rechazó “de manera categórica y contundente” el atentado perpetrado contra el senador del Centro Democrático.
En el texto, el Ejecutivo enfatizó que se trata de “un ataque no solo contra la integridad personal del senador, sino también contra la democracia y la libertad de pensamiento”, subrayando la gravedad del hecho en el contexto institucional.
El comunicado también reafirma el compromiso del Estado con la protección de los líderes políticos y llama a todos los sectores del país a “rechazar cualquier forma de violencia política”, promoviendo como único camino legítimo el del diálogo y la legalidad.
Un nuevo llamado a la convivencia política
Este atentado revive los temores históricos de Colombia frente a la violencia política, un fenómeno que ha marcado la historia del país desde hace décadas. La figura de Miguel Uribe Turbay, nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala e hijo de la exsenadora Diana Turbay —asesinada por el narcotráfico en los años 90—, representa para muchos un símbolo de resiliencia familiar y política.
La captura del presunto agresor es apenas el inicio de una investigación que deberá esclarecer los móviles del ataque y si existen autores intelectuales detrás del hecho.
Mientras tanto, el país observa con atención el estado de salud del senador, cuya vida política y aspiración presidencial penden ahora de un hilo, pero cuyo nombre ya se ha convertido en un nuevo eje del debate nacional sobre la seguridad democrática y la convivencia política en Colombia.
