La congresista estadounidense María Elvira Salazar (R-FL) lanzó una alerta sobre el impacto económico de las recientes políticas migratorias implementadas en Estados Unidos, asegurando que estas decisiones están provocando la pérdida de miles de trabajadores en sectores fundamentales como la construcción, la hostelería y la agricultura.
Durante una audiencia del Comité de Servicios Financieros celebrada esta semana, Salazar planteó su preocupación directamente al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, destacando que la escasez de mano de obra ya está generando efectos visibles en la economía nacional.
“Estamos perdiendo a miles de trabajadores. Estas industrias no pueden funcionar sin ellos”, afirmó la congresista por el estado de Florida.
La falta de trabajadores frena el crecimiento económico
Según detalló Salazar, Powell coincidió en que el crecimiento económico de Estados Unidos muestra señales de desaceleración y reconoció que la escasez de fuerza laboral es uno de los factores que contribuyen a esta situación.
“Hoy le planteé esta preocupación al presidente de la Reserva Federal. Estuvo de acuerdo: el crecimiento económico se está desacelerando, y esa es una de las razones”, compartió la legisladora a través de sus redes sociales.
El debate migratorio en el centro de la agenda económica
Las declaraciones de Salazar reavivan el debate sobre el papel de la migración en la economía estadounidense, especialmente en un contexto en el que múltiples sectores productivos dependen de la fuerza laboral migrante para operar de forma eficiente. Para expertos y empresarios, las medidas restrictivas pueden agravar los problemas de productividad y encarecer los costos operativos, lo que podría traducirse en un impacto directo al consumidor.
La congresista concluyó su intervención reiterando la necesidad de revisar las políticas migratorias con una visión que combine la seguridad con las necesidades económicas del país. “No se trata solo de política migratoria, se trata de proteger nuestra economía”, subrayó.
El planteamiento de Salazar pone sobre la mesa una realidad que afecta tanto a empleadores como a trabajadores, y que podría convertirse en un tema central del debate legislativo en los próximos meses.