La ola polar que azota a Argentina marcó un récord histórico este miércoles, cuando la Ciudad de Buenos Aires registró una temperatura mínima de -1,9 °C, la más baja en 34 años. La última vez que se vivió un frío similar fue en 1991.
El fenómeno ha generado un impacto significativo en casi todo el país y ha despertado especial preocupación entre comunidades migrantes, incluyendo los miles de venezolanos que residen en ciudades argentinas.
El Palomar más frío que Tierra del Fuego
Entre las localidades más afectadas por el descenso de temperaturas está El Palomar, en la provincia de Buenos Aires, que alcanzó los -7,2 °C, incluso más frío que zonas del extremo sur como Tierra del Fuego, conocida por su clima hostil.
Además, Maquinchao (Río Negro) fue la localidad más fría del país este miércoles con -9,4 °C, seguida por Trelew (Chubut), Villa María (Córdoba) y Chapelco (Neuquén), todas con temperaturas cercanas o inferiores a -6 °C.
Alertas por frío extremo en casi toda Argentina
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió alertas por frío extremo en 22 de las 23 provincias del país, incluyendo la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Las zonas más afectadas están en la Patagonia (Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén), donde se mantienen alertas rojas.
En ciudades con alta presencia de migrantes venezolanos como Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Rosario, rigen alertas naranjas.
Tres fallecidos y cortes eléctricos en el AMBA
El frío ha dejado un saldo trágico: dos hombres en situación de calle murieron por hipotermia en Paraná y Mar del Plata, y en Catamarca fue hallado sin vida un bebé recién nacido, aparentemente abandonado y víctima del frío.
La ola polar también elevó el consumo eléctrico a niveles récord, con 27.739 megavatios demandados en una sola noche. Esto provocó cortes de luz en más de 40.000 hogares del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), incluyendo municipios donde viven numerosos venezolanos como La Matanza, Quilmes, Lomas de Zamora y Berazategui, así como barrios capitalinos como Boedo y Parque Chacabuco.
Fuera del territorio continental, la Base Belgrano II en la Antártida argentina registró -27 °C, con una sensación térmica de -45 °C, siendo el punto más frío bajo control argentino.