Paulina Gamus, reconocida abogada, exparlamentaria y una de las figuras más emblemáticas de la democracia venezolana, falleció este viernes 12 de julio en Caracas a los 88 años de edad, según confirmaron sus familiares.
A lo largo de más de cinco décadas de servicio público, Gamus fue jueza, ministra, diputada, senadora, activista por los derechos de las mujeres y columnista, convirtiéndose en un referente ineludible de la vida política e intelectual del país.
La noticia fue compartida por su sobrina, Elisa Trotta Gamus, quien expresó su admiración y dolor en la red social X:
“Fue una mujer valiente, apasionada por la libertad, que defendió sus ideas con fuerza y sin miedo. Honesta, decidida, incansable. Un ser humano excepcional que amó profundamente a Venezuela.”
Numerosas figuras públicas, intelectuales, activistas y ciudadanos de a pie lamentaron la pérdida y rindieron homenaje a una de las voces más firmes y lúcidas contra la deriva autoritaria en Venezuela, destacando su integridad, claridad y convicción democrática.
Una vida consagrada al servicio público
Nacida en Caracas en 1937 en una familia judía de origen sefardí, Paulina Gamus estudió Derecho en la Universidad Central de Venezuela, donde se graduó magna cum laude. En los años 60 inició su carrera como jueza y luego dirigió la sección de menores del antiguo PTJ, impulsando políticas pioneras de protección infantil.
Militante de Acción Democrática, ocupó cargos como viceministra de Información y Turismo, concejala del Distrito Federal, diputada por Caracas y senadora por Cojedes. También fue ministra de Cultura entre 1986 y 1989, donde promovió políticas de democratización del acceso al arte y fortalecimiento de la identidad nacional.
Desde su curul en el Congreso, Gamus alzó su voz contra la corrupción, el autoritarismo y por los derechos de las mujeres, impulsando leyes de representación paritaria y siendo fundadora de la Liga de Mujeres Venezolanas.
Feminista, columnista y crítica incansable
Retirada de la política activa tras 1999, se mantuvo vigente como analista y escritora. Desde su columna en El Nacional y en entrevistas a medios independientes como Efecto Cocuyo, Gamus fue una de las críticas más persistentes del chavismo.
En 2023 señaló: “Lo más terrible es la represión. Hoy los presos políticos son hombres y mujeres que no han conspirado, pero están encerrados solo por hablar mal del gobierno.”
En sus libros Permítanme contarles y Se agradece la risa, Gamus combinó la crónica política con el humor y la memoria, dejando un testimonio invaluable de las transformaciones políticas y sociales del país.
Hasta sus últimos días defendió la democracia como sistema de vida, la ética pública como bandera, y el feminismo como vía para una Venezuela más justa e igualitaria. Su legado trasciende las instituciones y permanece en la conciencia democrática del país que tanto amó y al que dedicó su vida.