Este viernes, setenta de los cien departamentos que conforman el país se encuentran en alerta naranja, el segundo nivel de advertencia más alto, debido a que las temperaturas volverán a superar los 40 grados Celsius.
Después de un breve respiro térmico ayer jueves, las previsiones de la agencia meteorológica nacional, Météo-France, confirmó un nuevo repunte en las temperaturas. El fenómeno se iniciará en el sudoeste del país, la región que se ha visto más afectada, y se propagará progresivamente hacia el centro y el oeste. Solo el norte de Francia se librará de la intensa canícula.
La situación no mejorará durante el fin de semana, ya que la llegada de una nueva masa de aire caliente proveniente de la península Ibérica mantendrá los termómetros en niveles alarmantes. Para el sábado, 66 departamentos seguirán en alerta naranja, aunque se espera una ligera mejoría en el norte del país durante la noche.
Además del sofocante calor, las autoridades han lanzado una seria advertencia: el peligro de incendios es «muy elevado» en varios departamentos, con especial atención a Aude y Drôme. Las consecuencias del clima extremo ya han dejado una víctima mortal: un joven de 24 años falleció en Saboya al caerle un árbol encima durante una tormenta.
Se espera que esta situación crítica se mantenga al menos hasta el martes o miércoles, cuando la llegada de tormentas podría, por fin, traer un alivio a las temperaturas.