El español, Pablo García Navarro, modelo e influencer con más de 640.000 seguidores en Instagram, anunció que deja la vida digital para abrazar la vocación: convertirse en sacerdote.
“Lo único que quiero en esta vida es ser santo”, afirmó, recordando a figuras como Carlo Acutis, el beato millennial que también halló en la fe su verdadero propósito.
Entre Madrid y Granada, Pablo compartía su vida como muchos jóvenes de su generación: viajes, conciertos, atardeceres y reflexiones acompañadas de imágenes que transmitían alegría y contemplación. Sin embargo, detrás de cada publicación se gestaba un deseo más profundo: escuchar la voz de Dios.
“Para mí ese es el verdadero éxito en la vida: vivir la vida que un día Dios pensó para mí; hacerle caso a su voz en mi corazón más profundo”, escribió en un extenso mensaje de despedida a sus seguidores.
El eco de Carlo Acutis en la era digital
La decisión de Pablo recuerda a la vida de Carlo Acutis, el joven italiano beatificado en 2020 que usó internet como herramienta para evangelizar y acercar la fe a otros jóvenes. Ambos casos reflejan un fenómeno creciente: en tiempos donde la inmediatez y los “likes” parecen dominar, la fe sigue encontrando espacios para tocar corazones y despertar vocaciones.
Durante cuatro años, Pablo utilizó Instagram para hablar de Dios a través de imágenes y reflexiones, generando una comunidad en la que muchos compartieron dudas, inquietudes y acercamientos a la fe. Ahora, al dejar esa plataforma, asegura que lo hace en busca de una entrega total.

“Soy consciente de que es una decisión que seguramente el mundo no entiende (…) pero, ¿de qué me sirve todo eso si mi corazón me grita otra vida? Yo me niego a conformarme”.
En su mensaje, Pablo pidió oraciones para perseverar en su nueva etapa. Reconoció que aún tiene compromisos con marcas que respetará, pero dejó claro que su futuro está marcado por un propósito mayor: seguir el camino hacia el sacerdocio.
Su testimonio se suma a los llamados de Dios en una generación hiperconectada, recordando que incluso en la era de las redes sociales los jóvenes pueden descubrir en la fe un horizonte de plenitud.
La historia de Pablo García no es solo la de un influencer que dejó atrás la comodidad del éxito digital, sino la de un joven que eligió escuchar la voz de Dios en medio del ruido de las redes. Como Carlo Acutis, su decisión envía un mensaje poderoso a la juventud: la verdadera felicidad no se mide en seguidores, sino en la capacidad de responder al llamado más profundo del corazón.