La vida del doctor José Gregorio Hernández es un testimonio de devoción, humildad y servicio al prójimo. Bajo el título «El buen ciudadano«, la Iglesia Católica en Venezuela explora la trayectoria del «siervo de Dios» y cómo su ejercicio profesional estuvo siempre guiado por la ética y el amor a los demás.
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A comienzos del siglo XX, el doctor Hernández inició su carrera en los Andes, atendiendo a la población de Isnotú y sus alrededores, para luego establecerse en Caracas. En un contexto social marcado por las diferencias, su consulta no hacía distinciones de clase, apellido o privilegio. Para él, cada paciente era igual, independientemente de su origen. Un ejemplo de esto fue cuando curó al general Juancho Gómez, hermano del entonces presidente Juan Vicente Gómez, cobrándole la misma tarifa que a cualquier otro paciente.
Su fama de ciudadano ejemplar era tal que, cuando se instalaron los primeros teléfonos en Caracas, la compañía telefónica le asignó el número uno. El reportaje también resalta su prestigio internacional, habiendo estudiado en destacadas capitales como París, Berlín, Nueva York y Madrid, donde fue alumno del renombrado Santiago Ramón y Cajal.
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El documental cierra con un poderoso mensaje sobre el legado de José Gregorio Hernández, un hombre que «vivía lo que creía». Su espiritualidad y su fe eran el motor de todas sus acciones. En su obra de 1912, «Elementos de Filosofía», el médico escribió: «Publico hoy mi filosofía, la mía, la que yo he vivido«. Estas palabras encapsulan su visión de una vida coherente, dedicada al bien y al servicio.
La serie «El camino a la santidad» nos invita a reflexionar sobre cómo podemos seguir su ejemplo, dejando una huella positiva en el mundo, en favor del bien común.