Trabajo de www.radiofeyalegrianoticias.com
Los habitantes del municipio Santos Marquina, en el caserío La Mucuy Baja de Mérida, descubrieron cómo preservar su fuente natural de agua: sembrando árboles que “producen agua”.
Así lo dio a conocer Agustín Aguirre, productor agropecuario de La Mucuy Baja, en entrevista para el programa Háblame Bajito, que transmite Radio Fe y Alegría Noticias.
Indicó que él, junto a otros productores de la zona y en algunas ocasiones con representantes del Instituto Nacional de Parques (Inparques), suben a lo alto del Parque Nacional Sierra Nevada hasta llegar a una naciente natural y allí siembran los árboles autóctonos.
“Subimos con los mismos organismos del Estado a sembrar árboles que produzcan agua, que sean favorables al agua”, afirmó Aguirre.
Cuidar el agua y la generación de relevo
Pero no solo se dedican a arborizar esta zona, sino que también le colocaron una cerca hasta el final de la quebrada. Además, ellos mismos crearon un comité de vigilancia y se mantienen atentos a que ninguna persona se acerque hasta la fuente a bañarse.
“La cuidamos porque sabemos lo que vale el agua”, expresó Aguirre, tras resaltar que personas de otra zona se benefician de un manantial al igual que ellos, pero empezaron a deforestar el bosque que estaba al pie de la quebrada, por lo que este empezó a disminuir su cauce y comenzó la escasez de agua.
Agregó que este tipo de deforestación es común en algunos sectores de Mérida, ya que debido a la escasez de bombonas de gas las personas han tenido que talar árboles a fin de obtener la madera para cocinar sus alimentos.
Detalló que la siembra de árboles en los alrededores del afluente natural la realizan cada tres o cuatro años, aunque en algunas ocasiones, cuando suben a hacer mantenimiento, siembran un árbol. “Ya tenemos tantos sembrados que no caben”, aseguró el productor agropecuario.
En la Mucuy Baja también se preocupan por el futuro de la quebrada, por lo que cuando el comité de vigilancia sube hasta lo alto de la Sierra Nevada llevan a sus hijos, sus nietos, a los muchachos y muchachas que viven en la zona.
“Vamos con ellos para que aprendan, porque debe haber una generación de relevo”, aseguró.
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