En el sector Yacural del pueblo de Santa Rosa, municipio Iribarren, vecinos denuncian la existencia de un bote de agua potable que afecta tanto la calidad del servicio como la salubridad del entorno.
La filtración se ubica en la calle principal del sector, a escasos metros del puente de la Avenida Intercomunal, y se hace evidente los días lunes y viernes, cuando se activa el suministro de agua.
El agua se acumula en las calles
Según los habitantes, el agua brota del pavimento y corre libremente hasta desembocar en una alcantarilla cercana, generando charcos permanentes y fuertes olores que perjudican a quienes residen en las inmediaciones.
“Cada vez que llega el agua, parte de ella se pierde en esta filtración. El chorro baja por la calle y termina en la alcantarilla. Aparte del desperdicio, el olor es insoportable”, expresó una vecina afectada que prefirió no identificarse.
Corrección de la fuga
El problema no solo representa un caso de pérdida del recurso hídrico —crítico en una ciudad donde los ciclos de distribución son irregulares—, sino que también afecta directamente a los residentes del sector. La comunidad reporta una disminución notable en la presión del agua que solo llega dos días a la semana, lo que dificulta las labores básicas del hogar como el aseo, el lavado de ropa y la preparación de alimentos.
Los residentes de Yacural hacen un llamado a las autoridades competentes para que inspeccionen y corrijan con urgencia esta fuga. Insisten en que, además de la molestia por los charcos y el riesgo de accidentes por la calle húmeda, es lamentable la pérdida de agua potable.