El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) alertó este sábado sobre un aumento significativo en la producción de uranio altamente enriquecido por parte de Irán, que entre febrero y mayo incrementó su stock en casi un 50 %, acercándose a niveles aptos para la fabricación de armas nucleares.
Según un informe confidencial del organismo de Naciones Unidas, al que tuvo acceso la agencia EFE, la República Islámica acumuló hasta el 17 de mayo un total de 408,6 kilogramos de uranio enriquecido al 60 %, frente a los 274,2 kilogramos registrados el pasado 8 de febrero.
Este tipo de uranio se considera altamente enriquecido y su cercanía al nivel militar (90 %) genera una “grave preocupación”, según expresó el OIEA.
“El aumento significativo de la producción y acumulación de uranio altamente enriquecido por parte de Irán, el único Estado no poseedor de armas nucleares que produce dicho material, es motivo de grave preocupación”, señala el documento.
Irán ya tiene capacidad técnica para alcanzar el umbral militar
El informe añade que los técnicos iraníes cuentan actualmente con el conocimiento y los medios necesarios para enriquecer uranio al 90 %, el nivel requerido para desarrollar una bomba atómica. Para ello, bastaría con reconfigurar las cascadas de centrifugadoras —los dispositivos empleados para el proceso de enriquecimiento nuclear—, lo cual podría hacerse en un período breve.
El informe llega en un momento clave, mientras Teherán mantiene conversaciones indirectas con Estados Unidos en busca de un nuevo acuerdo nuclear que restablezca ciertos límites al programa atómico iraní, tras el colapso del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) tras la salida de Washington en 2018.
Preocupación internacional ante una posible escalada
El incremento en la producción de uranio altamente enriquecido amplía las preocupaciones en la comunidad internacional sobre el rumbo del programa nuclear iraní y su posible uso con fines militares.
Aunque Irán ha insistido en que su programa tiene fines exclusivamente pacíficos, el nivel de enriquecimiento y la acumulación de material provocan inquietudes crecientes sobre una eventual ruptura del umbral técnico para el desarrollo de armas nucleares.
El OIEA, cuya sede se encuentra en Viena, ha intensificado sus labores de inspección y monitoreo en el país, aunque ha denunciado en anteriores ocasiones la falta de cooperación plena por parte de las autoridades iraníes.
Las potencias occidentales, en particular los miembros del acuerdo nuclear original (Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia y China), mantienen su llamado a una solución diplomática que evite una nueva crisis de proliferación en Oriente Medio.