Felix Baumgartner, el intrépido paracaidista y saltador BASE que cautivó al mundo con su salto récord desde el borde del espacio, falleció este jueves a los 56 años en un accidente de parapente en Italia, confirmaron medios locales. La noticia de su deceso ha conmocionado a la comunidad de deportes extremos y a millones de admiradores en todo el mundo.
El accidente ocurrió en la localidad costera de Porto Sant’Elpidio, donde Baumgartner, un austríaco de renombre mundial, perdió el control de su parapente y se precipitó en la piscina de un hotel, según reportó SkyTG24, afiliada de CNN. En el incidente, el parapente impactó levemente a una mujer, quien afortunadamente solo sufrió heridas leves.
Las autoridades italianas, incluida la emisora nacional RAI, han iniciado una investigación exhaustiva para determinar las causas exactas del trágico suceso. CNN ha intentado contactar a los representantes de Baumgartner para obtener más detalles.
Massimiliano Ciarpella, alcalde de Porto Sant’Elpidio, manifestó el pesar de su comunidad a través de su página oficial de Facebook, describiendo a Baumgartner como un «símbolo de valentía» cuya muerte ha «afectado profundamente» a la localidad.
Baumgartner forjó su leyenda mucho antes de su salto estratosférico. Su carrera estuvo marcada por audaces saltos BASE desde icónicos monumentos como las Torres Petronas en Malasia y el Cristo Redentor en Río de Janeiro. Sin embargo, fue en 2012 cuando alcanzó la fama global al romper un récord mundial, lanzándose en paracaídas desde una cápsula presurizada a una asombrosa altura de aproximadamente 39 kilómetros (24 millas) sobre la Tierra, un hito que redefinió los límites de la exploración humana y el paracaidismo.
La partida de Baumgartner deja un vacío en el mundo de los deportes extremos, pero su legado como pionero y «símbolo de valentía» perdurará.
