Al final de 1903, ya habían transcurridos cinco meses de haber sido pacificada Venezuela. Juan Vicente Gómez, jefe de los ejércitos del presidente Cipriano Castro, derrotó las últimas fuerzas insurgentes en Ciudad Bolívar. Fue el fin de las guerras civiles en este país rural, que a pesar de su conflictiva vida desde 1810, se había convertido en el segundo exportador de café en el mundo, después de Brasil.
Ya en ese ambiente más tranquilo, el 31 de diciembre fue un día de fervoroso trabajo en la imprenta Torres, de Carora, donde su dueño, el dinámico emprendedor Federico Carmona, su esposa y los tipógrafos, a mano, utilizando lo que se llamaba un componedor, iban colocando las letras (tipos movibles) para montar las páginas del periódico, que progresivamente llegaría a ser el más antiguo de este país y el que incorporara oportunamente la tecnología más avanzada al diarismo nacional.
Era al principio un trabajo sumamente delicado, meticuloso, pacienzudo, que requería de tiempo porque, prácticamente, toda la actividad laboral era muy personalizada.
Y así, con mucho esmero, se fueron armando las primeras páginas del primer ejemplar del diario El Impulso, que en la mañana del primero de enero de 1904, en un día de fiesta y alborozo, salió a la calle.
De ese modo, Carora tuvo su primer diario, refiere el intelectual caroreño Cécil Álvarez, quien afirma que, para entonces, en esa ciudad y en general lo que es hoy el municipio Torres, circulaban siete periódicos a la semana.
Carora era una ciudad muy culta, se esmeraba en la educación y había una gran influencia de la cultura y la ciencia europea, particularmente la francesa, acota nuestro entrevistado. Las mujeres estaban al tanto de la moda y los jóvenes, sobre todo los que tenían vocación médica, iban a Francia a estudiar medicina.
Como anécdota popular todavía se recuerda que al doctor Fortunato Herrera, la gente del pueblo le decía el “doctor palito” porque fue el primero en traer el termómetro de Francia, donde había hecho sus estudios.
Cabe mencionar que un judío muy conocido y tratado como un buen educador era el comerciante Emil Maduro, quien procedente de Curazao instaló su establecimiento comercial en Carora y daba clases a muchachas y hombres, de francés, idioma tan usado en la época como lo es hoy el inglés.
Tal era la conexión por correspondencia que el célebre intelectual caroreño Chio Zubillaga era amigo del ensayista, poeta y filósofo Miguel de Unamuno, quien murió en 1936, para citar un caso del intercambio de opiniones por correo.
El Club Torres, desde 1898 hasta 1936, era sitio de reuniones, conferencias y debates de los más variados temas por parte de la población masculina de Carora. Y uno de los más frecuentes asiduos era precisamente don Federico Carmona, a quien se le respetaban sus opiniones sobre los asuntos de más palpitante actualidad, precisamente por ser una persona muy bien informada.
Es por ello que cuando el primero de enero de 1904, la gente, muy alborozada, no solamente se daba el tradicional abrazo del feliz año, sino que celebraba la aparición de su primer diario caroreño, que desde luego era todo un acontecimiento.
Porque es impresionante el sentido visionario de don Federico Carmona, ya que no sólo pensó en un diario para un territorio extenso, aunque poco poblado, sino llevarlo más allá de Carora, como en efecto ocurrió, pues no sólo se conformó con mudarlo a Barquisimeto, sino en hacerlo en Caracas, donde llegó a circular una edición paralela a la de la capital larense.
En ese afán por darle fortaleza, crecimiento y desarrollo a El Impulso, en los primeros años, don Federico, a lomo de mula, iba a Siquisique para atraer la publicidad para su diario.
En aquel entonces todavía el cantón de Carora abarcaba todo lo que posteriormente fueron las jurisdicciones de lo que es hoy Torres y Urdaneta, aproximadamente el 70 por ciento del territorio de lo que sería el estado Lara.
Porque fue, casualmente, en el año 1904 cuando se hace una nueva Constitución para lo que se llamaban los Estados Unidos de Venezuela y su territorio quedó conformado por los estados Aragua, Bermúdez, Bolívar, Carabobo, Falcón, Guárico, Lara, Mérida, Miranda, Táchira, Trujillo, Zamora y Zulia.
Por cierto, Lara estaba conformado por Barquisimeto, Bruzual, Cabudare, Crespo, Quíbor, San Felipe, Silva, Sucre, Tocuyo, Urachiche y Yaritagua.
Ese año, el mismo de la fundación de El Impulso Venezuela alcanzó a tener una población de 2.689.639 habitantes, según estudios hechos por la Universidad de los Andes.
Aquel diario de cuatro páginas, de pequeño formato, creció no sólo en circulación sino en dimensión llegando a ser uno de los periódicos estándar más importante de Venezuela, innovador y de sólida credibilidad, llegando a ser el más antiguo de Venezuela hasta el 2018 cuando por falta de papel dejó de ser impreso.
Utilizando la tecnología digital en todas sus expresiones, hoy sigue siendo el medio más importante de la región y gracias a sus lectores, el que genera más confianza y mejor información.
