#opinión: Historia de la policía en Venezuela por: Germán R. Salcedo A.

-

- Publicidad -

Si hay algo que debe ser conocido actualmente por la sociedad venezolana, es la historia de una de las instituciones que a lo largo del tiempo ha jugado un papel de primer orden en torno al tema de la seguridad ciudadana. Es por ello que a través de esta breve disertación trataremos de explicar a groso modo, cómo fue el proceso de génesis, desarrollo y consolidación de la policía en Venezuela.
En primer lugar, hay que destacar que la seguridad ciudadana no es nada novedosa, y además no está limitada a los distintos componentes de la Fuerza Armada Nacional (que por supuesto, no dejan de ser importantes). En segundo lugar, la actual crisis que atraviesa Venezuela con respecto a la seguridad tiene sus raíces históricas en la política desarrollada en esa materia.
Desde el momento en que se iniciaron los cuerpos policiales en las primeras tres décadas del siglo XIX en Venezuela, la intervención política no ha estado al margen de dicho acontecer; de hecho, los primeros cuerpos de seguridad estuvieron bajo la jurisdicción del cabildo de cada municipio y los cuerpos más poderosos eran milicias irregulares. Al respecto, Mark Ungar en su investigación titulada: La Policía Venezolana: El Camino Peligroso de la Politización (2003) advierte que: “Las primeras leyes policiales hicieron una distinción entre policía ‘menor’, concebida dentro de la tradición colonial de asuntos locales, y la policía ‘mayor’, pensada para controlar el orden público y político”(pág.206).
De allí que actualmente existan los distintos cuerpos policiales (Policía Nacional, Policía Estadal y Policía Municipal) y que además obedecen al perfil ideológico y político de quien los haya creado. El propio Simón Bolívar promulgó un Decreto en 1819, delegando responsabilidades del poder mayor al comando militar de cada estado, y a los gobernadores el poder menor. Sin embargo, al examinar las funciones policiales en su devenir histórico se observa que las mismas han sido malinterpretadas y utilizadas como instrumentos de represión y chantaje; de tal manera que en la mentalidad del venezolano se fue fraguando una suerte de rechazo hacia el funcionario policial. Un ejemplo importante de ello es que durante el gobierno de Juan Vicente Gómez (1908-1935) se buscaron mecanismos para centralizar el poder policial, no para salvaguardar los intereses del pueblo, sino más bien para obedecer a los intereses políticos y represivos del caudillo; de modo que se crea La Sagrada en 1915, que según Gilda Núñez en su trabajo Orígenes y Desarrollo del Aparato Policial Venezolano(2006) es definida como “…una policía secreta, centralizada, politizada, consagrada al mantenimiento y la supervivencia del gobierno gomecista (…). A través de la información recaudada por los agentes de La Sagrada, se lograba un control más amplio a través del cual era posible detectar y reprimir a los enemigos políticos que pudieran amenazar con alterar el orden.” (pág.127) Luego de la muerte de Juan Vicente Gómez, no tardó en desaparecer ese cuerpo policial. Entre 1935 y 1958, numerosos elementos van a caracterizar a la policía en Venezuela; tal es el caso de la “…centralización de la policía bajo el control del Ejecutivo, en un marco militar y sin distinción adecuada entre los poderes investigativos de la policía y el poder judicial” (Mark Ungar, pág. 207). En 1941 se crea la Dirección Central de Investigación Nacional; el 16 de Julio de 1944 fue decretado el día del Policía, coincidiendo con el día de la Virgen del Carmen, y en 1952 fue creada «Seguridad Nacional» como instrumento de represión y subordinada a los intereses del gobierno perezjimenista.
Con la doctrina política de Rómulo Betancourt (1959-1964) la policía fue utilizada para combatir el crimen y la insurgencia izquierdista de una sociedad politizada. A tales efectos, se le dio el ejecútese a la Ley de Vagos y Maleantes, la cual era una “Copia de una ley fascista española” que los “…gobiernos autoritarios la promulgaron en 1939 y la fortalecieron en 1943 y 1956” (Mark Ungar, pág. 211). De cualquier forma, así ha venido transitando la policía venezolana, desconociendo sus competencias e inclusive ajenos a sus funciones más elementales, hasta llegar a la actualidad; en donde están obteniendo la oportunidad de formarse como funcionarios de carrera, al servicio de la ciudadanía, con valores humanos, con un pensamiento crítico y reflexivo y aún a sabiendas que ponen en riesgo sus propias vidas.
De allí esta breve reflexión que hacemos para reivindicar a los “Héroes de Azul”, quienes día a día trabajan para combatir el flagelo de la inseguridad, a la vez que forman parte importante de la sociedad venezolana en el resguardo de la población, indistintamente de las condiciones socioeconómicas, como otrora develaron parcialidad ante los hechos delictivos.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

- Publicidad -

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -