De producirse los ajustes en las tarifas de bienes y servicios que, según el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, están fuertemente subvencionados, el Gobierno comenzaría a acabar con su política clientelar, que ha causado mucho daño a la nación. Tal es el criterio de Pedro Pablo Alcántara, dirigente nacional de un Nuevo Tiempo, quien resaltó entre los renglones subsidiados el de la gasolina.
Durante catorce años el gobierno había venido eludiendo el ajuste del precio de ese combustible y, en consecuencia, generando una pérdida muy importante del ingreso para el fisco nacional.
El presidente de la República, Hugo Chávez, ha venido repitiendo hasta la saciedad que en el origen de los reclamos del pueblo de Venezuela, en el año 1989, cuando ocurrió el tristemente recordado “Caracazo” estaba el incremento de 0,25 céntimos del bolívar sobre el precio de la gasolina, lo cual fue aprobado en el gobierno de Carlos Andrés Pérez y venía acompañado por una serie de medidas de compensación de naturaleza social, que ni siquiera pudieron ponerse en marcha por cuanto los desórdenes ocurridos en aquel momento y la desestabilización política, dio al traste con la política de ajustes económicos destinada a sincerar la economía del país.
De las declaraciones de Giordani, se derivan dos realidades: en primer término, aplicando las recomendaciones del ministro de Planificación y Finanzas, el Ejecutivo Nacional aumentará el precio de la gasolina y, en segundo lugar, el mencionado funcionario no puede venir a decir ahora que los venezolanos se han acostumbrado al rentismo del petróleo, porque este gobierno nada ha hecho por diversificar la economía, sino que por el contrario la ha sometido a la estrangulación.
Aún más, Petróleos de Venezuela dejó de ser una empresa eminentemente petrolera para convertirse en un apéndice de las políticas clientelares del gobierno, al punto que ahora se dedica a tantas cosas como la compra de alimentos.
Este es un gobierno que no ha tenido realmente una verdadera orientación del gasto público y no sólo ha derrochado los recursos provenientes de la venta del petróleo sino que ha dejado destruir toda la vialdiad urbana y rural, ya que ninguna autopista sirve, el servicio eléctrico funciona con deficiencias constantes, las refinerías petroleras han registrado numerosos accidentes con trágicos saldos de muertes y paralizaciones, no ha sido posible instalar el servicio de gas tantas veces anunciado para las ciudades y para colmo de males casi todas las instalaciones de salud y educación se encuentran deterioradas.
Los ingresos del petróleo le han permitido al Presidente de la República regalar el dinero, a manos llenas, a los países del Caribe, Nicaragua, Cuba, Bolivia, Paraguay e incluso regalarle gasolina a los barrios de Nueva York y Londres, manifestó Alcántara. La Habana en gran parte ha sido reconstruida por Chávez, porque su gobierno, como lo dijo Raúl Castro, es la misma cosa que el cubano.
Foto: Elías Rodríguez