Ante la paralización de los servicios de autopsia que se produjo el pasado jueves en la medicatura del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda, en el interior de la cual se encontraban varios cuerpos a la espera de ser entregados a sus familiares durante la mañana de ayer, algunos de los dolientes hicieron un llamado a los entes correspondientes para corregir esta situación pronto.
Un vistazo al interior de la morgue, permitió observar que aún permanecían allí ocho cuerpos producto de muertes por arma de fuego, dos de los cuales habrían sido ingresados a principios de la tarde del miércoles y el jueves pasados, respectivamente.
De los 12 refrigeradores, donde deberían estar almacenados los cuerpos, sólo dos parecían estar funcionando a media marcha, mientras que todos los demás estaban vacíos, con las puertas abiertas y letreros adheridos a éstos con la palabra “dañada”.
Por otra parte, las dos cavas destinadas a la refrigeración de desechos orgánicos, tenían las tapas levantadas por la gran cantidad de bolsas que las abarrotaban, por lo que los restos se estaban descomponiendo. Esto, aunado al tiempo que llevaban varios de los cuerpos en el lugar, hacía que la fetidez dentro de la morgue fuera intensa.
Neri Colmenárez, familiar de Rubén Soto, cuyo cuerpo estaba en la morgue, indicó que la espera era horrible, ya que no había patólogo y ningún representante del Hcamp había dado la cara aún. Esta declaración fue sustentada por Lubi Perdigón, madre de Ademar Peraza Perdigón, quien muriera de manera violenta y cuyo cadáver había sido ingresado a la morgue a la 1:00 de la tarde del pasado jueves.
Luego de las 10:00 de la mañana de ayer, arribó a la medicatura el vehículo de la empresa encargada de transportar los desechos hasta el incinerador del Hospital Luis Gómez López, donde se ha-brían dejado de recibir las cargas, presuntamente por un retraso en los pagos. Sin embargo, esto no pudo ser confirmado con ningún representante del mencionado centro asistencial.
Al mismo tiempo, se pudo conocer por medio de José Mota, jefe del Departamente Científico Forense del Estado Lara, que desde el 26 de diciembre de 2012 se realizaban diligencias para retirar los desechos, y que efectivamente las condiciones en el interior de la morgue constituían un problema de salud pública, principalmente para el personal que allí labora. También comentó que la cantidad de desechos ya ascendía a casi tres toneladas, a la vez que el retraso en las autopsias se debía a que una patóloga había renunciado, mientras los únicos otros dos, que se habían retirado por alcanzar la edad de jubilación, habían regresado desde finales de diciembre a trabajar por turnos, pero no se dan abasto, por lo cual es posible que durante una semana, a partir de este lunes 14 de enero, se vuelvan a paralizar los servicios de autopsia.
Por su parte, Ruy Medina, director saliente del Hcamp, señaló que la suspensión de la extracción de desechos se debió a problemas administrativos en la empresa que maneja el incinerador, pero tras una serie de conversaciones, la propia Fundación Luis Gómez López ha instruido a un nuevo equipo para poner en marcha “esa propiedad del tado”. Recordó que hay escasez de patólogos en todo el país, y en cuanto a informaciones de que al personal de la morgue se le adeudaría la remuneración desde agosto de 2012, dijo que la deuda era sólo por los últimos tres meses, destacando que sus sueldos deberían ser pagados por el Ministerio de Interior y Justicia, y no subvencionados por la Gobernación del estado Lara, ya que estos médicos realizaban autopsias forenses y casi nunca por muertes naturales o de pacientes del Hcamp.
Fotos: Jairo Nieto
