Yrurpana cuenta con 16 años de ejemplar labor en el ámbito del arte en movimiento.
Cuenta la reseña de la agrupación que su nombre proviene de la novela Sobre la misma tierra, de Rómulo Gallegos. Se refieren a un lugar de la Guajira, donde los wayuu apreciaban la más hermosas auroras.
“Para la tribu, el territorio Yrurpana significaba Nuevo amanecer o Sol naciente, cuyos cantos de camino anunciaban las fiestas”.
Surgió del esfuerzo de los promotores culturales Wilmer Silva, Sonia Silva, Marcial Castillo, Jimmy Loyo y Alberto Amaro, quienes conformaron posteriormente una asociación civil con el firme propósito de preservar las costumbres regionales.
El tamunangue promesa es la virtud de Yrurpana, con sede al oeste de Barquisimeto, entre los sectores San Vicente y Barrio Nuevo, según informó vía telefónica su director de organizaciones, Wilmer Silva.
Destacan en la trayectoria del referido proyecto diversas presentaciones didácticas, talleres de información y difusión sobre expresiones populares de la región y participación activa en interesantes eventos dancísticos en Lara, Portuguesa, San Cristóbal y Barinas.
Niños, jóvenes y adultos hacen vida en esta institución en la cual el baile es señal de tradición y la exploración cultural parte inseparable de su esencia, explicó Silva. En total, 20 intérpretes dancísticos comparten en Yrurpana.
Esta iniciativa, con amplia trayectoria, también ha promovido la creación de otros colectivos similares y ha brindado frutos en las danzas populares.
De las filas de Yrurpana salió el grupo Lara es, al igual que numeroos exponentes de las danzas.
Porvenir de Yrurpana
Actualmente se ubican en una etapa de investigación de otras prácticas que enriquecen nuestro acervo. De este modo, se trazan la consolidación de un programa donde los planteles educativos sean el punto de encuentro, a fin de instruir a las nuevas generaciones y sus docentes en torno a este ámbito de expresiones originarias y el sincretismo heredado por los antepasados.
Asimismo, esperan contar con una escuela para formar a los interesados en incursionar dentro de las manifestaciones venezolanas, con especial énfasis en las de esta región.
“Anhelamos llegar a escuelas y liceos con una campaña que se integre al pensum del alumnado”, añadió.
De la mano de consejos comunales y unidades educativas, ya han comenzado a labrar este camino de enseñanza.
Sol naciente en siete sones
El espectáculo célebre del grupo comprende el tamunangue en todo su esplendor. Fe y gratitud a San Antonio, danza acompañada de poesía castiza que evoca una liturgia larense marcada por la agilidad y destreza de los creyentes.
Sol naciente en siete sones se denomina la muestra que colmará la Sala Alternativa de la Fundación Juan Carmona del diario EL IMPULSO en su acostumbrada agenda dominical, con entrada libre. Mañana 3 de febrero a las 11:00 a.m. Yrurpana se complace en presentar el montaje que recaba a plenitud nuestra cultura.
“Concebimos el folclor como el quehacer del campo, el compendio de nuestras prácticas”, expuso Silva.
Sobre el nombre del espectáculo, el director de organizaciones reveló que se trata de una combinación entre Yrurpana, traducido en Sol naciente y los Siete sones asociados al tamunangue.
Cortejos y batallas
Silva, por otra parte, reiteró que en el tamunangue se distinguen siete sones, los cuales descubren diversas emociones e intenciones, algunas en honor a San Antonio, otras de elogio a las mujeres.
Se conoció que la presentación de mañana se remitirá a un tributo al franciscano en vez de la habitual ceremonia. Al respecto, explicó que se enfocarán en brindar al público un baile para la contemplación.
Descrito como un vehículo trasmisor de afirmación de lo popular, Yrurpana despertará la identidad religiosa y de deleite para los creyentes con estas danzas.
Este festín de movimientos pondrá de manifiesto los sones La Bella y El Yiyivamos, de elegancia escénica; La Juruminga, parte reveladora de lo cotidiano; La Perrendenga, número pleno de entusiasmo; El poco a poco, famoso por el galanteo; El Galerón, que recuerda al joropo y el Seis Figuriao, considerado el son más colorido del tamunangue.
Batallas de garrotes, cuerdas y percusión brindarán el toque emotivo a esta cita con las raíces ancestrales. Sol naciente en siete sones es entonces un paseo por la identidad local complaciente, donde la alegría y el fervor convergen al frente de la imagen de San Antonio, querido especialmente al centroccidente del país por sus milagros de sanidad, recuperación de objetos y encuentros de buenas parejas.
La Fundación Juan Carmona extiende la invitación al encuentro con lo popular y el sincretismo enaltecido en esta agrupación fecunda que ha instruido a otros voceros de la cultura venezolana.
Fotos: Cortesía Yrurpana/Archivo
