Los permisos para la ejecución de trabajos como cloacas y perforación de nuevas fuentes son tardíos: hasta un año de espera
El saque de granzón en el río Turbio fue revocado para la hidrológica, mientras CVAL realiza esta actividad abiertamente
La inversión mensual estimada por Hidrolara en el municipio Palavecino, supera el millón 800 mil bolívares y la estimación para el año 2013, supera los 20 millones, aparte de la inyección en obras generales con unos 10 millones.
Entre las obras destacan, la perforación del pozo 9B con una inversión cercana a cinco millones de bolívares, y han previsto su equipamiento con otros cinco millones de bolívares.
El ingeniero Jean Moreno, vicepresidente de la hidrológica regional, indicó en ese sentido, que producto de la devaluación y la angustiante demora en el otorgaminiento de los permisos, que sobrepasaron el año, hizo que los insumos costaran el doble
Todos estos equipos son importados, anunció Moreno, añadiendo que los motores que permitirán activar el pozo ya perforado que aportará unos 80 litros por segundo al caudal de la parroquia José Gregorio Bastidas, que dejará de padecer el racionamiento.
Detalló que la hidrológica también ha enviado una serie de proyectos al Ministerio del Ambiente como la construcción del colector 25 de El Valle; el Plan Maestro de La Piedad y sus alrededores; construcción del colector 33 de El Placer.
Caso Dos Bocas para Palavecino
El alto funcionario mencionó que en el caso del Embalse Dos Bocas, planteado en el año 1982, fue iniciado con presupuesto aprobado en el 2005, para tres años después de realizarse la licitación con proceso administrativo, hoy paralizada con expectativas superiores incluso al Proyecto Yacambú-Quíbor.
-Actualmente, Palavecino no puede sobrevivir con tan solo 900 litros por segundo para la demanda que puede occilar en unos 1.500 litros, precisó Moreno.
Parte del estado Portuguesa, así como los municipios Simón Planas y Palavecino, esperan se construya esta presa que vendría a solucionar de forma definitiva las deficiencias del servicio de agua potable a todas estas entidades.
Moreno señaló que el contrato se adjudicó a una empresa de Portugal, con algunas obras menores pero inmediatamente fueron paralizadas. Hoy en día no hay movimiento en el sitio y existe hermetismo acentuado sobre la construcción del anhelado embalse.
Recordó que Hidrolara tiene como responsabilidad potabilizar el recurso hídrico, lo distribuye y recoge las aguas servidas de la zona urbana, más no así la rural, competencia exclusiva del Ministerio del Ambiente.
-Quien debe generar la fuente es el ministerio en cuestión. Pero en la espera de la construcción del embalse, Hidrolara se ha visto en la necesidad de dar respuesta a cada usuario con la perforación de pozos profundos para la extracción del vital líquido, precisó, advirtiendo que para tal fin se perforaron fuentes como el pozo 13, 13B, 9B, 5A de Agua Viva con una estimación de 1.500 a 1.700 litros por segundo en un plazo de 15 años.
Más de un año de espera
Por otra parte, Rojas observó que la estatal hidrológica igualmente dio inicio a la reconstrucción de 450 metros lineales de colector de tubería de 16 pulgadas e instalación de nueve bocas de visita en la urbanización La Hacienda, con una inversión de un millón 300 mil bolívares, “obra que los vecinos venían gestionando desde el año 2010”.
El funcionario resaltó que el 3 de febrero del 2012, Hidrolara comenzó el trámite de permisos ante la Dirección Regional del Ministerio del Ambiente y luego de 31 oficios enviados a los diferentes entes nacionales como el INTI, Ministerio del Ambiente y Corpoelec, hasta que el 18 de marzo del 2013, más de un año después la referida cartera ministerial aprobó la ejecución de los trabajos.
“Se autoriza a Hidrolara la afectación del recurso suelo, para la reubicación del colector de descarga de la urbanización La Hacienda presentada en fecha 08/02/2012”, especifica el permiso oficial.
Rojas comentó que el diputado Luis Jonás Reyes, presidente del Consejo Legislativo de Lara, dirigió una comunicación a la hidrológica, el pasado 19 de junio, calificándonos de irresponsables e instó a Hidrolara a atender de manera inmediata la situación de aguas negras en la urbanización La Hacienda, ignorando que teníamos más de un año tramitando los permisos correspondientes”.
Refirió que la ingeniera Adriana Díaz, presidenta de Hidrolara, visitó el referido urbanismo, y se comprometió a ejecutar dos bacheos y levantar el proyecto de cloacas en la calle Arichuna.
Atención de denuncias
Rojas manifestó que a partir de mayo, una nueva estrategia para atender los casos se implementó en Hidrolara.
Más de 600 casos pendientes con temas como filtraciones y cloacas, se abordan diariamente con cuadrillas que se sectorizaron por zonas, “para de optimizar los trabajos y dar respuestas efectivas en una atención integral por zona”.
-Esta programación la hemos llevado ya a menos de 300 casos, que son muchos pero que hace un mes doblaban en número, aseguró Rojas, adicionando que se abordan unos 70 casos semanales.
Afirmó que el retraso se da en la falla de logística, específicamente con el granzón, material negado por el INTI para Hidrolara, “quitándonos el saque del material en el río Turbio, a pesar que otros entes dependientes del Gobierno nacional sí pueden”.
Recalcó que Hidrolara debe comprar el granzón en Acarigua, estado Portuguesa, entidad que actualmente tiene los afluentes crecidos por la época, lo que ha perjudicado las obras de la hidrológica.
Instó a la población a efectuar las denuncias a través del 0800-HIDROLA, por donde igualmente pueden realizar el seguimiento a los reportes, los cuales dependen en mucho de la logística para dar respuestas, no nada más granzón, sino también válvulas, tuberías y codos de diámetros específicos que quizá no esté en el inventario nacional, insumos importados que se adquieren con divisas.
Puntualizó que en el ciclo invernal, los casos de obstrucción, ruptura y colapso de redes cloacales se incrementan debido a que en un 75% las aguas pluviales están empotradas directamente a los colectores de aguas servidas, lo que genera desbordamiento de las bocas de visita, entre otros daños mayores.
