Cuando me atrevo a soñar

Los sueños que tenemos son el combustible que mueve el motor que nos impulsa a conseguir lo que deseamos.
Si no soñamos entonces nos convertimos en seres inertes, programados para desarrollar las rutinas de cada día de manera automática.
Un conocido psicólogo de la ciudad una vez expresó que lo que estamos tocando en este momento fue el sueño de alguien.
Tienes en tus manos este periódico que alguna persona, en algún momento de la historia, soñó con él e hizo realidad su sueño.
Hemos escuchado decir “soñar no cuesta nada”, y es cierto, nadie te va a cobrar porque actives tus pensamientos llevándolos a imaginar lo más alto que quieras.
¿Quién o qué te puede impedir soñar con conocer lugares, crear nuevos productos, alcanzar ser un profesional?
A veces nuestro único enemigo somos nosotros mismos, no creemos que podemos alcanzar nuestros sueños, que no tenemos la capacidad para hacerlo, pero hoy te digo que cambies tu manera de pensar respecto de ti mismo, para que veas cómo cambiará tu manera de ver la vida y tus sueños, y se activará en ti el deseo de querer alcanzar aquello que tanto sueñas, luego sentirás la motivación que te impulsará a moverte por ello.
Por último, te aconsejo que consideres a Dios en tus caminos, en la Biblia dice que encomiendes a Jehová tu camino y Él enderezará tus pasos. No tengas temor, soñar no cuesta nada.