Economía en muletas

En nuestro país los sueldos suben por las escaleras y los precios suben por el ascensor, hay que decirlo por una parte los productos no se consiguen y si se consiguen los precios son alarmantes, no queremos ser profetas del desastre pero hay que poner el dedo en la llaga, hay que decir las cosas para ver si quienes están al frente del gobierno se ponen en las pilas y comienzan a tomar medidas para aliviar la economía estimulando la producción de bienes y servicios y controlando la inflación.
Los venezolanos queremos vivir en un país estable en lo económico, político y social, ya es tiempo de que se tomen medidas que beneficien a la población venezolana, necesitamos urgentemente el equilibrio económico tanto los ciudadanos de a pie como los que invierten pequeños y grandes capitales, necesitamos invertir con seguridad para que los capitales no se desintegren en el tiempo, es decir tiene que haber abundancia en la producción de bienes y servicios para suplir la demanda, aliviar los precios y evitar los sobreprecios, pues en abundancia es muy difícil la especulación.
Lo primero que tiene que hacer el gobierno es poner orden en las divisas pues los comerciantes que no tienen acceso al dolar oficial tienen que adquirirlo a precios sumamente especulativos y, todo porque hay unos vivos que con la anuencia del gobierno trafican con la moneda norteamericana afectando así la economía y distorsionando los planes de pequeños, medianos y grandes inversores.
Por otro lado hay que estimular la producción de rublos como el café, el mais, el arroz entre otros para así no importarlos y ahorrarnos esos dolares, en medio de todo este panorama incierto esta la lección aprendida y es que la gente que sigue el proceso debe entender que los revolucionarios no saben nada de economía, ellos lo que saben es de retorica, de lamentos y conspiraciones, hay que dejar atrás los complejos y prejuicios pues hay un pueblo que espera pacientemente que el camino hacia el progreso sea mas transitable, que la paz deje de ser una promesa, que la inflación sea controlada para que nuestros ingresos y sueldos rindan y así podamos invertir con tranquilidad.